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Lunes 04 de Septiembre de 2006
 
Edicion impresa pag. 64 > Sociedad
La nueva cicatriz de la Luna
Un profundo cráter quedó como huella de la exitosa misión europea SMART-1, que reunió novedades científicas sorprendentes. La sonda chocó contra la Luna a 7.200 km por hora.
La última imagen antes de estrellarse. La misión europea logró recopilar información extraordinaria. Pero también dejó una marca imborrable en el satélite.
La última imagen antes de estrellarse. La misión europea logró recopilar información extraordinaria. Pero también dejó una marca imborrable en el satélite.
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Fue un aterrizaje forzoso programado, un choque silencioso. La sonda europea "SMART-1" mantuvo sus ojos puestos en la Luna durante 16 meses y reunió novedades científicas sorprendentes. Ahora ha dejado como recuerdo un cráter en la superficie lunar en la parte centro-sur del satélite.

La primera sonda europea se despidió tras la fuerte colisión con un destello más claro de lo esperado, unos fuegos artificiales celestiales que levantaron entusiasmo entre los expertos pese a la tristeza por el fin de la misión.

Puntualmente a las 05:42 GMT y siguiendo los comandos del centro de operaciones ESOC en la ciudad alemana de Darmstadt, la sonda de la Agencia Espacial Europa (ESA) se estrelló contra la Luna a 7.200 kilómetros por hora. Se produjo una nube de polvo y la "SMART-1", que sin sus paneles solares tenía el tamaño de un refrigerador, quedó destruida dejando como marca un cráter de hasta diez metros de ancho en el satélite terrestre.

Fue el fin de su vuelo orbital alrededor de la Luna, que fue seguido por grandes telescopios en Estados Unidos, Hawaii y en las Islas Canarias. Los aparatos pudieron observar así el punto al que dirigió la primera sonda lunar de la ESA el español Octavio Camino- Ramos, desde Darmstadt.

"La sonda superó todas nuestras expectativas, nos envió hasta el último segundo informaciones", declaró el director de proyecto de la "SMART-1", Bernard Foing. Pues también la materia desprendida por la colisión puede ofrecer datos muy útiles, por ejemplo acerca de la composición del suelo. Aunque todo estuvo en riesgo durante un tiempo.

Camino-Ramos y sus compañeros tuvieron que corregir con decenas de maniobras el curso de la sonda de 366 kilos de peso.

El objetivo era que el "alunizaje" se produjera en la parte visible de la Luna desde la Tierra y con la mejor iluminación posible. Aunque la cámara AMIE de la "SMART-1" hizo fotografías de gran resolución de la "zona de impacto" dos semanas antes de la colisión, los científicos no podían descartar que se produjera un choque prematuro con el borde del cráter de la zona conocida como "Lago de la Excelencia".

La Luna tiene una nueva cicatriz, pero eso sí, en la parte donde se quería. La sonda, que costó más de 100 millones de euros probó un nuevo combustible más ahorrativo a base de gas xenón y recopiló gran cantidad de datos, entre ellos las fotografías con mejor definición que se han hecho hasta el momento desde una órbita de la Luna, además de numerosos datos sobre los minerales del satélite, como la comprobación de la existencia de calcio y magnesio.

 
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Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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