SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La policía busca desde la madrugada del viernes a un taxista que habría abusado sexualmente de una menor de 11 años, en presencia de otra adolescente de 13 años y una joven de 19 años que ejerce la prostitución.
El sospechoso escapó con su auto cuando los ocupantes de un patrullero trataron de identificarlo, mientras se encontraba en un sector oscuro y descampado de Dina Huapi, dejando en el lugar a una niña de 11 años semidesnuda. Dentro del auto estarían otra adolescente y una joven que fueron abandonadas por el taxista en otro paraje cercano cuando advirtió que lo seguían, y se perdieron entre los pastizales.
El hecho se produjo en los primeros minutos del viernes en cercanías del complejo recreativo que el gremio de Empleados de Comercio posee sobre el camino de ripio que conduce al puente viejo sobre el río Ñirihuau, a unos dos kilómetros de la localidad de Dina Huapi. Al ver a un taxi detenido en ese desolado camino, los policías se acercaron para verificar la situación, pero el conductor escapó a gran velocidad, dejando en el lugar a una niña de 11 años que tenía los pantalones bajos.
La menor reconoció que había ascendido al auto en el shopping de Onelli y Elflein, junto a sus dos amigas, para practicarle sexo oral al conductor, a cambio de dinero. Sin embargo, el taxista también habría querido penetrar a la niña, y mientras ésta se esforzaba por impedirlo, se produjo la providencial llegada de los policías. La otra niña y la joven fueron abandonadas cerca de un matadero y se escondieron entre los matorrales, y el taxista escapó en dirección a esta ciudad, seguramente evitando pasar por el puesto caminero. Las autoridades consideran que la detención del sospechoso se producirá en las próximas horas, porque sólo les resta saber el domicilio del titular de la licencia del taxi.
Ante un episodio como este siempre ronda la sospecha sobre la existencia de una red de prostitución infantil, pero hasta ahora siempre se trataron de actos de corrupción aislados, en los que intervenía un solo protagonista activo.
El último caso similar fue ventilado ante la justicia hace un año, y concluyó con la condena a 9 años de prisión de un mozo de
un conocido restaurante que mantenía relaciones con menores de 13 años, en presencia de otras chicas y siempre en su auto.
La investigación se puso en marcha luego de que una de las menores revelara sus experiencias y las de sus compañeras a una vecina que la cobijó en su domicilio una fría y lluviosa noche de primavera.
La conducta del imputado en esa ocasión fue encuadrada en los artículos 125 y 125 bis del Código Penal, que reprime con penas de entre 6 y 15 años de prisión al que promoviere o facilitare la corrupción o prostitución de menores de 13 años, sin hacer mención sobre la presunta experiencia sexual de las víctimas, pero en la sentencia omitieron el término corrupción, porque las presuntas víctimas reconocieron que habían sido iniciadas en la prostitución antes de conocer al acusado.