COLAN CONUE (José Mellado, enviado especial).- “Ya tenías ganas de que empiecen las clases porque quería venir a la escuela y encontrarme con mis amigas. Las vacaciones me estaban aburriendo mucho” señaló Antonella y corrió a abrazar a sus compañeros de quinto grado pocos minutos antes del acto de lanzamiento del ciclo lectivo 2006/2007 que se realizó en Colán Conué.
Hoy las escuelas rurales rionegrinas que funcionan durante el período septiembre-mayo iniciaron las clases luego del receso invernal y el lanzamiento del nuevo periodo escolar se realizó desde la escuela hogar 216 del pequeño paraje de la Región Sur.
Durante la fría mañana, en distintos medios de movilidad los pobladores de Colán Conué y de algunos parajes cercanos fueron llegando poco a poco hasta la escuela a dejar a sus hijos y participar de un sencillo acto en el que se compartió un gran asado.
Con sus caritas felices y guardapolvos luciendo un blanco impecable, los niños se fueron sumando poco a poco a la fiesta. Muchos de ellos, volvieron a encontrarse después de tres meses en los que cada cual tuvo distintas vivencias en sus lugares de origen y que rápidamente comenzaron a contarse en los rincones de la escuela.
“Pasé las vacaciones en el campo con mi familia y tenía muchas ganas de ver a mis amigos. Por eso estoy muy contento de que empiecen las clases” afirmó Martín, quien llegó a Colán Conué el pasado domingo desde Fita Ruín, paraje en el que su familia tiene un pequeño campo.
“La escuela está buena y la pasamos muy bien porque jugamos al fútbol, vemos televisión y nos divertimos mucho” agregó. Igual que Antonella, Martín comenzó ayer a cursar quinto grado. Como otros tantos niños que ayer comenzaron las clases en las escuelas rurales, ambos volvieron con muchas ilusiones, sueños y ganas de compartir y estudiar y recibirse de algo.
“Yo quiero estudiar para maestra, pero primero tengo que terminar acá y hacer el secundario en Maquinchao” respondió Antonella ante la requisitoria de este cronista. Martín todavía no se decidió que quiere ser cuando sea grande. Quizá le ayude a su papá en el campo. Pero su anhelo es seguir estudiar en el futuro, aunque eso dependerá de la situación económica de su familia.
Este año a la escuela hogar 216 asistirán unos 45 alumnos de la aldea y de parajes cercanos. Ayer solo había veintitrés. Las malas condiciones de los caminos vecinales y le nieve, en algunas partes, retrasó a llegada de muchos niños que se irán incorporando con el transcurso de los días. La mayoría proviene de familias de pequeños campesinos descendientes de indígenas, crianceros de entre 200 y 500 ovejas o cabras.
Si bien el ámbito familiar es irremplazable, la escuela de Colán Conué ofrece a los niños un espacio de contención y aprendizaje amplio y en muy buenas condiciones en el que además, gozan de algunos beneficios que no tienen otros establecimientos rurales. Hay un motor generador de luz, buena calefacción para soportar la crudeza del invierno que en la zona castiga con gran rigor, televisión satelital, una gran variedad y cantidad de elementos para practicar distintos deportes y un plantel de quince trabajadores para cuidarlos y hacer que se sientan como en sus casas. Por la lejanía de los sitios de los que provienen algunos niños pasan varios meses sin ver a sus padres y allí, los docentes y el resto de los trabajadores tratan de suplir esa ausencia que muchas veces lleva a los niños a querer volverse a sus hogares. “Uno trata de que se sientan lo mejor posible. Son niños que se van desde muy pequeños de sus casas y extrañan mucho. Por suerte en esta escuela tenemos muchas cosas para ofrecerles y buenas instalaciones” señalan los docentes. DISCUSION POR LA MOVILIDAD DOCENTE Un irregular inicio tuvo ayer el ciclo lectivo de las escuelas rurales que funcionan durante septiembre-mayo. Doce de las diecisiete que despenden de la Delegación Regional de Educación Zona Sur, volvieron ayer a clases. El resto no lo hizo las dificultades que presentan algunos caminos de acceso y por el conflicto que mantienen los docentes con Educación por tema movilidad.
En este sentido una veintena de maestros de distintas escuelas rurales de la zona llegaron ayer hasta Colán Conué con la intención de entregar un petitorio al Ministro de Educación César Barbeito y destrabar el conflicto.
El cupo que establece la nueva Ley de Movilidad Docente -4095- fue calificado ayer por ambas partes como “insuficiente” y tanto el ministro como los docentes coincidieron en que ningún trabajador debe poner dinero de su bolsillo para concurrir a su lugar de trabajo. Sin embargo, no pudieron ponerse de acuerdo.
La semana pasada, cuando decidieron cumplir su horario de trabajo en la sede de la Delegación Regional de Educación de Jacobacci exigiendo la derogación de la nueva ley, los docentes solicitaban que en vez de 49 centavos por kilómetros se reconozca el 25% del valor del litro de nafta súper pagado en Viedma, como lo establecía la vieja ley de movilidad 385/93. Pero ayer duplicaron el pedido al considerar que otros organismos provinciales pagan hasta 1 peso el kilómetro recorrido y solicitaron el 50% de valor de la nafta.
También pidieron que se establezca la cantidad de frecuencias que se reconocerán y que se considere especialmente la situación de aquellos docentes que no tienen vehículos propios y deben pagar a taxistas o particulares grandes sumas de dinero para concurrir a sus trabajos. Barbeito ofreció pagar la movilidad de acuerdo a la ley 385/93 y contemplar los casos especiales donde los decentes deban pagar más de 49 centavos, hasta que se reglamente la nueva ley de movilidad que, según dijo, contemplará el pedio de la Región Sur teniendo en cuenta su extensa geografía y las dificultades de los caminos. Los docentes querían hoy una resolución firmada que el ministro ofreció enviar en las próximas horas desde Viedma.
La discusión se extendía sin que las partes pudieran ponerse de acuerdo, hasta que el ministro se paró y les volvió repetir “les ofrezco volver la vieja ley hasta que se reglamente la 4095/06. Ahora tengo que seguir en el acto de la escuela”, pego media vuelta y salió del aula donde se realizaba la reunión.