Viernes 01 de Septiembre de 2006 Edicion impresa pag. 2 y 3 > Nacionales
Una multitud apoyó el reclamo de Blumberg enPlaza de Mayo
Pidió reformas para terminar con el delito y criticó a funcionarios del gobierno. Organizadores hablaron de 300.000 asistentes, que desafiaron el clima de tensión.

Una inmensa multitud demostró ayer que puede movilizarse libremente pese a las consignas violentas y amenazantes que partieron de boca del funcionario y piquetero Luis D´Elía. Se congregaron ayer en Plaza de Mayo, en respaldo a Juan Carlos Blumberg, quien reiteró su reclamo de mayor seguridad en un discurso que combinó el pedido de reformas que "terminen con el delito y la impunidad", las críticas a funcionarios del Poder Ejecutivo y la réplica a quienes criticaron la convocatoria.

Mientras que los organizadores calcularon el número de asistentes en 300 mil, y así lo repitieron por los micrófonos, el Ministerio del Interior no dio ninguna cifra oficial, lo que reflejó la incomodidad del gobierno de Kirchner para reconocer la importancia de la manifestación.

Por el contrario, la contramarcha que encabezó el polémico funcionario y piquetero Luis D´Elía, fue una pobre manifestación a la que asistieron unas 3.000 personas. El premio Nobel de la Paz, Pérez Esquivel no quiso ser utilizado por D´Elía y realizó un acto aparte. Se enojo cuando se enteró que el gobierno le había montado un acto para que hablara. 

Con su cuarta marcha, a diferencia de las movilizaciones anteriores, el padre de Axel, el joven secuestrado y asesinado en 2004, personalizó su pedido en el presidente Kirchner y se dirigió directamente a él en la enumeración de cada una de las reformas que propuso a través de un petitorio que luego entregó en la Rosada.

En ese documento volvió a reclamar que baje la edad de imputabilidad de los menores para "evitar que sean usados para delinquir", pidió que el Gobierno "deje de lado" el proyecto de reforma del Código Penal al que cuestionó por "eliminar la reincidencia" para la condena de los delitos y exigió políticas de Estado para combatir el consumo de drogas y el narcotráfico.

"Para nosotros la seguridad es el trabajo, la educación, la alimentación, la salud, tener una vivienda, pero también la seguridad es la protección del ciudadano", enfatizó Blumberg a modo de definición antes de avanzar en la lectura de los seis puntos del petitorio.

El ingeniero comenzó su discurso con una crítica directa al ministro del Interior, Aníbal Fernández y al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, a los que acusó de no haberlo atendido antes de la marcha para el petitorio antes de que lo leyera en la Plaza.

"Llamé a sus celulares, pero lamentablemente atendían los contestadores. Sólo me atendió el llamado el vicepresidente Scioli que tampoco se pudo contactar con ellos", relató.

El comentario generó una ola de silbidos que Blumberg buscó cortar enseguida. "No, no. Tenemos que respetar al Presidente porque si a él le va bien, nos va bien a todos".

Impidió así que se generalizaran los abucheos al Presidente, pero no los gritos contra el gobernador Solá y el ministro de Seguridad, León Arslanián. "¿Para quién trabajan? ¿Para los delincuentes?", atacó.

En otro tramo del discurso, que duró poco más de media hora, Blumberg destacó la amplitud de la convocatoria y replicó a quienes criticaron la marcha. "Esta plaza es histórica. No fue fácil para nosotros y tampoco para ustedes llegar aquí. Nos insultaron, intentaron ponernos miedo, pero igual estamos aquí".

Más duro que Blumberg fue el rabino Sergio Bergman, uno de los líderes religiosos de la nutrida colectividad judía de Argentina -de unos 300.000 miembros-, al afirmar que el gobierno de Kirchner parece "una monarquía constitucional". "Quieren perpetuarse en el poder-acusó Bergman, quien fue ovacionado por los manifestantes-. No somos ni derecha ni de izquierda. La seguridad también es un derecho humano".

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