Viernes 01 de Septiembre de 2006 Edicion impresa pag. 30 > Policiales y Judiciales
Mataron a escopetazos a un pescador en el Lolog
Un hombre fue llevado gravemente herido al hospital de San Martín, donde murió a poco de ingresar. Hay un guarda ambiental detenido, quien por su función, no puede llevar armas.

SAN MARTIN y JUNIN DE LOS ANDES (ASM).- Un joven muerto a perdigonadas mientras, al parecer, pescaba en lago Lolog, y un hombre detenido que, a su vez, sería un guarda ambiental bajo contrato del municipio de Junín de los Andes, eran hasta anoche los únicos datos ciertos de un confuso episodio ocurrido en cercanías del puente sobre río Quilquihue, a 12 kilómetros de San Martín de los Andes.

Investigadores de la comisaría 43 de San Martín y los fiscales y el juez, trabajaron sin resuello a lo largo de la mañana, con visitas, inspecciones y pericias en el área donde se desencadenó el trágico episodio.

La víctima fue identificada como Cristian Alejandro González, de 31 años, quien habría recibido una descarga de perdigones en el cuello y otra en el pecho, cerca de las 19 del miércoles, y apenas a unos metros del puente sobre río Quilquihue.

Anoche no había información oficial, pero trascendió que un hombre de apellido Calderón y que revista como guarda ambiental bajo contrato del Departamento Huilliches, ejido de Junín de los Andes, fue primero demorado y luego detenido.

El detenido habría sido autor de los disparos, aunque se desconoce en qué circunstancias. Las versiones indican que González, un vecino, padre de dos pequeños y miembro de una tradicional familia de San Martín de los Andes, habría estado pescando junto a otras dos personas.

En este punto, conviene recordar que la pesca de salmónidos con devolución obligatoria está permitida hasta el 31 de octubre, sólo en el sector ubicado 1.000 metros antes de la señalización provincial, sobre ambas márgenes del Quilquihue.

Sin embargo, no está claro dónde se produjo el encuentro inicial entre González y su presunto homicida. En cualquier caso, si el detenido revistaba como guarda ambiental, debería estar impedido de portar armas.

Eduardo Madueño, de la secretaría de Coordinación de la comuna de Junín, dijo que los guardas ambientales "son inspectores calificados", pero "de ningún modo asumen las responsabilidades de un guardafauna y no portan armas".

A su turno, el propio intendente Herrera se mostró sorprendido y desencajado por el suceso, y confirmó que Calderón revistaba como contratado con renovación mensual, adscripto al área Quilquihue con funciones de guarda ambiental.

 

El desenlace

 

Siempre a partir de los relatos parciales y extraoficiales, el desenlace se habría producido a escasos metros del puente sobre el Quilquihue, que a su vez divide las jurisdicciones y los ejidos de Junín y San Martín de los Andes.

El dato es que, según comprobó este diario, las mortales descargas se produjeron del lado del puente que corresponde al ejido de San Martín, frente al acceso a un complejo de cabañas turísticas y restaurante, que domina la boca del río.

Antes de las perdigonadas fatales habría habido dos detonaciones previas, realizadas del lado de Junín de los Andes.

Alrededor de las 19 del miércoles, el guarda ambiental habría descerrajado dos disparos de escopeta sobre González, desconociéndose los motivos.

El joven quedó tendido y fue auxiliado por las personas que lo acompañaban. También estaba allí el mismo cabañero propietario del citado complejo, cuya participación no resulta clara, aunque trascendió que habría sido uno de los que dio aviso a la comisaría 43. Estaría mencionado en la causa en calidad de testigo.

El presunto homicida también se habría comunicado con los agentes, que de inmediato acudieron al sitio. Para entonces, González fue trasladado al hospital Ramón Carrillo, donde dejó de existir alrededor de las 20:50, tras dos paros cardiorespiratorios.La Justicia dispuso el envío del cuerpo a Zapala, para practicar la autopsia. El caso despertó indignación en la ciudad. Vecinos y amigos de la víctima llamaron a una movilización.

Si bien, frente al hermetismo de la investigación es prematuro hacer consideraciones, lo que sí puede afirmarse es que en la zona, abundan los episodios intimidatorios contra pescadores.

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