NEUQUEN (AN).- Cuba le ha dado al mundo grandes cosas. Le regaló los famosos habanos y el ron, la alegría de la salsa y el son y eximios talentos como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Omara Portuondo. Pero también le entregó al mundo, uno de sus tantos hijos pródigos, el talentoso pianista cubano Luis Lugo, que se convirtió con el transcurso de los años en un embajador de la música de la isla y de toda su cultura.

Lugo desde hace décadas se dedica a desparramar por cada rincón del planeta la música latinoamericana y principalmente la cubana, y hoy los neuquinos tendrán el placer de ver cómo este músico logra que las teclas de su piano "hablen". Se presentará hoy a las 22 en el salón Rainbow de Casino Magic.

Su repertorio recorrerá grandes obras cubanas y latinoamericanas, piezas del jazz latino y de compositores reconocidos mundialmente como Ernesto Lecuona, Cervantes, Amadeo Roldán, Harold Gramatges, Ginastera y Guastavino. También habrá un espacio para Astor Piazzolla, Camargo y Guarnieri.

Luis Lugo cultiva un estilo muy amplio y particular. Su música es una síntesis entre la cultura clásica universal con un lenguaje específico orientado a la música cubana.

Encantado por la música desde su niñez, Lugo comenzó sus estudios de pequeño en la Escuela Provincial de Música "Amadeo Roldán" de la Habana. Allí inició una carrera meteórica, del primer año de piano saltó al cuarto año. Cuando cursaba el quinto año de su carrera, fue invitado por el vicerrector del conservatorio Tchaikovsky de Moscú para continuar sus estudios en la famosa escuela. Esa fue la puerta de entrada para su vinculación con el pianista ruso Rudolf Kerer, quien se convirtió en un referente para de su formación como pianista.

Ya en sus años como estudiante, fue galardonado con importantes premios a su desempeño en diferentes escenarios de Cuba. Fue diploma de destacados en los festivales de jóvenes intérpretes de la Habana, fue diploma de honor y excelencia del conservatorio "Amadeo Roldán" y obtuvo el tercer lugar en el concurso nacional de piano "Amadeo Roldán.

En 1983 obtuvo los títulos de pianista concertista, licenciado en música, profesor y "master of fine arts" del conservatorio Tchaikovsky de Moscú, tras un examen en el que alcanzó la máxima puntuación con las "Sonatas de Scarlatty" , "Sonata en hmoll" de Liszt y el "Concierto 3 en re menor para piano y orquesta" de Rachmaninoff.

Sus inquietudes musicales lo llevaron a diferentes planos de la creación artística como la composición en el terreno de la música clásica, sinfónica y popular, con un marcado interés en lo folklórico. Incursionó en el arte de la improvisación jazzística y la música cubana, a lo que le incorporó la técnica de la música electrónica y el láser, con sonidos computarizados.

También escribió obras para teatro musical como "Cuba: mitos y leyendas", para piano y solista, banda magnetofónica y tres actores; y "Lecuona" para piano, percusión cubana y gran orquesta sinfónica.

Lugo es uno de los pianistas que logró combinar géneros tan complicados y disímiles como la música clásica y el son cubano, con una calidad de excelencia y un virtuosismo a flor de piel. Es un hombre orquesta que merece ser escuchado y apreciado en su totalidad escénica.