CIPOLLETTI (AC).- Por casi dos horas, la poetisa, cantante y autora de piezas musicales memorables Suma Paz fue una reina entre cientos de guardapolvos blancos, con niños que hasta le hicieron una especie de guardia de honor cuando llegó a la escuela 305 del barrio Villarino, y con padres, maestras y vecinos que le entregaron afecto y reconocimiento por una trayectoria folclórica coherente y sin concesiones. Tanto que, ante la inquietud de un alumno sobre los reality shows tipo "Cantando por un sueño", se despachó con una mueca de disgusto y una frase terminante: "qué lamentablemente, y lo digo con tristeza, alguna televisión destruye muchas cosas de la cultura".
Acompañada del jefe del área Relaciones Culturales del municipio, Elio Brat, y de Guillermo Yriarte, vicepresidente del Museo de la Ciudad, llegó Suma Paz a la escuela pasadas las 10.30 y en el contexto de una improvisada "conferencia de prensa" organizada por los propios estudiantes rescató, de entre todos los solistas y grupos nuevos o relativamente nuevos, a Jorge Fandermole, de Santa Fe, y al Chango Spasiuk, de Misiones.