CIPOLLETTI (AC).- La situación creada en la escuela 248 del barrio de las 432 viviendas por la actitud de un alumno de 15 años, que cursa el séptimo grado en el turno mañana, empeoró porque una autoconvocada asamblea de padres resolvió el retiro inmediato de sus hijos del establecimiento y la paralización de las clases a partir del lunes, hasta que haya una solución integral que involucre la inserción del muchacho en la comunidad educativa y el cese de sus acciones, algunas ligadas con amenazas y cercanas a la violencia. El joven llegó este año de otra escuela pero antes había concurrido a la 248. Está siendo sindicado como muy agresivo para con compañeros e incluso docentes y directivos. Y hace poco habría concurrido con un arma blanca que alcanzó a esconder cuando se le pudo haber caído, aunque el hecho llegó a las autoridades por testimonios anónimos, pues hay miedo a represalias.

En este contexto delicado ayer se hizo presente en la escuela que tiene su acceso por calle La Esmeralda una comisión de la comisaría 24 del barrio Don Bosco, y se le pidió a la directira, Graciela Bugallo, datos acerca del problema, aunque la docente se limitó a indicar que todo obra en poder de la supervisión del CPE, de distintos juzgados e inclusive del área de Promoción Familiar del ministerio de la Familia.

Los policías estarían actuando en función de la instrucción de una causa abierta en el juzgado Penal 21 de María del Carmen García García iniciada por la denuncia de una mamá sobre que su hijo pudo haber sido amenazado de gravedad por el muchacho rebelde.

Se supo que el Equipo Técnico de Apoyo Pedagógico del CPE ya estáa trabajando con el muchacho y con sus padres, y que también lo están haciendo el juzgado de Familia y Minoridad, y Promoción Familiar.

Graciela Bugallo, de amplia trayectoria en la profesión, dijo que la mayoría de los padres decidió ayer retirar a sus hijos de la escuela, no envialos a clases a partir del lunes, y avanzar en medidas de reclamo ante todo tipo de organismos por una solución al problema.
"Lo gratificante en este caso es que los papás buscan una solución de inclusión y no de exclusión", obviamente con la permanencia del muchacho en el establecimiento, aunque contenido desde todos los ángulos, sostuvo Bugallo.

Empero, se supo que no todos los padres estarían de acuerdo con una solución inclusiva, porque hay madres que lisa y llanamente pretenderían, temiendo por la integridad física de sus hijos, que el alumno díscolo sea trasladado a otro establecimiento, tal vez de modalidad nocturna, dadas sus características y su edad.

Fuentes que conocen el caso confiaron que estaría influyendo en la actitud del jovencito el entorno hogareño, dado que el padre no hallaría trabajo y la madre tendría alguna función laboral rural en una chacra. En cierta forma la directora reconoció que se le estaría buscando un trabajo al papá de parte de las autoridades competentes.

El muchacho ayer estaba en la escuela donde sólamente había quedado un grupito de alumnos. Se hallaba, junto con otros, en una sala de juegos de entretenimientos prácticos o didácticos.

Los periodistas intentaron acercarse al muchacho, para establecer un diálogo preservando su identidad, pero algunos docentes lo impidieron. La misión, de todas formas, iba a ser infructuosa porque minutos antes el chico habría dado nuevas muestras, en el pasillo, de su carácter irascible.