A pesar de la clara y contundente oposición a la instalación de un casino en Villa La Angostura, llevada a cabo y acreditada ante el Deliberante local a través de firmas y notas de oposición de la mayoría de las entidades intermedias y juntas vecinales, el intendente Panessi ha logrado que el Concejo apruebe el llamado a consulta popular tendiente a derogar la ordenanza 825/97, que prohíbe los juegos de azar tipo casino. El gobierno provincial también impulsa este tipo de emprendimientos en toda la provincia del Neuquén.

La ordenanza aprobada establece que las autoridades de mesa serán los concejales y funcionarios municipales; no establece forma de acreditación de fiscales, no queda claro para nada qué función cumplirá la Secretaría Electoral, autoridad necesaria para que la consulta sea validada. Son muchas las zonas grises. Lo que sin dudas tiene un color definido es la abierta descalificación de la intendencia hacia los que nos oponemos con argumentos claros a la derogación de la norma citada, sin que los argumentos en favor de la instalación de un casino se manifiesten ni tampoco sus promotores. Basta con recordar la nota de opinión firmada en esta misma columna el 25 del corriente, por el actual secretario de Economía, Mario Caló, en la cual el funcionario municipal no vacila en tratar de "hipócritas a los que intentan frenar proyectos que puedan representar una alarma por sus características innovadoras".

¿No será que el mentado funcionario se confunde de proyecto pensando que se trata de la instalación de un hospital de alta complejidad o de una planta de residuos cloacales seriamente planteada y no de un proyecto para instalar el juego en nuestra comunidad? O quizás cuando apelando al trillado recurso demagógico declara con altanería: "El gran desafío que tenemos como comunidad es la de crecer o la de seguir prohibiendo", se olvida que la norma vigente que prohíbe la instalación de casinos fue sancionada durante la gestión anterior del Dr. Panessi?

El legislar seriamente no implica prohibir, sino por el contrario apuntalar el crecimiento. ¿No sería propio que el gobierno municipal se mantenga fuera de este debate en vez de mostrar sus simpatías por el sí al casino?

En el programa radial emitido el jueves pasado, del periodista Jorge Chamorro de Radio América, el propio Panessi reconoce los riesgos del casino. ¿Por qué entonces se empeña en que nuestra comunidad los corra? ¿Cuál es la necesidad? Tenemos en claro que ésta es una confrontación de vecinos decididos a defender un estilo de vida y preservar la tranquilidad y la seguridad ya casi extintas en los centros urbanos de nuestra querida Argentina, frente a grupos económicos poderosos de una industria por demás cuestionada y los actores políticos de turno, provinciales y locales.

¿No es acaso más importante el enfocarse en las necesidades urgentes que tiene nuestra comunidad, como ser el tan esperado hospital con un quirófano que cubra las carencias ante las urgencias, o el planteo serio de la localización de la planta de tratamiento de residuos cloacales buscando el lugar adecuado que no dañe irremediablemente nuestro frágil ecosistema?

Los que estamos trabajando en esta cruzada no somos políticos ni hacemos partidismo. Bregamos por que la gestión municipal cualquiera sea su signo tenga éxito, porque su éxito es también nuestro lo mismo que su fracaso. Como decía; no somos políticos, no conocemos las reglas de ese juego, pero estamos alertas para evitar que se apropien de nuestro futuro y el de nuestros hijos.

PABLO ESTEBAN GONZALEZ (Abogado). 

Especial para "Río Negro"