El Senado aprobó ayer, en un trámite veloz que generó una fuerte polémica, un proyecto de ley que permite la salida de tropas argentinas y el ingreso de efectivos extranjeros para la realización de quince ejercicios militares combinados con países del hemisferio.

La controversia se generó porque el Poder Ejecutivo envió el martes el proyecto a la Cámara alta, con la urgencia generada por el hecho de que el primero de esos ejercicios se realiza la semana próxima y la salida de tropas argentinas requiere autorización del Congreso.

De hecho en la reunión de labor parlamentaria realizada el martes, el tema no había sido incluido, por lo que debió ser tratado sobre tablas.

Finalmente, la iniciativa fue aprobada por 39 votos positivos y 17 abstenciones, ya que tanto el radicalismo como los partidos minoritarios resolvieron no votar por estar de acuerdo con la cuestión de fondo del proyecto, aunque no con la urgencia en el tratamiento.

La urgencia en el tratamiento provocó que algunos senadores se enteraran de la existencia de la novedad directamente en el recinto. El jefe del bloque justicialista, Miguel Pichetto, fue el primer en dar la cara por el apuro, al pedir "disculpas" por reconocer que "no se trata de un trámite común" y de que "los plazos son muy acotados".

El socialista Rubén Giustiniani, quien fue uno de los que reconoció que tomó contacto con el texto directamente en su banca, se preguntó entre sorprendido y ofuscado: "No veo la razón del apuro. No lo entiendo, viola el más estricto sentido común. No sé si es torpeza, soberbia o qué es". El jefe del bloque radical, Ernesto Sanz, sugirió un desdoblamiento del proyecto, para aprobar ayer solamente la participación de las fuerzas armadas en el primero de los ejercicios contemplados, y dejar el resto para otra iniciativa que pueda ser analizado con más tiempo.

La presidenta de la comisión de Defensa, la oficialista Marita Perceval, buscó aliviar el ánimo negativo que despertó la premura de la sanción con el argumento de que la aprobación para la realización de ejercicios en el país no incluye la inmunidad penal que reclama para sus tropas el gobierno de los Estados Unidos.