SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El presidente de la Cámara de Agencias de Autos de Alquiler (CAAA), José Lepio, denunció que la oferta informal en esa actividad alcanzó un volumen equiparable al del mercado legal y reclamó una mayor fiscalización del municipio.

Dijo que la "competencia desleal" se traduce en una guerra de precios que a la larga "impacta en la calidad del servicio". El mercado barilochense de alquiler de autos sin chofer creció en los últimos meses a ritmo inusitado, en un claro reflejo del buen momento que atraviesa la actividad turística.

Según datos brindados por el director de Gobierno (con incumbencia en Tránsito), Carlos Catini, hace un año el municipio tenía registrados 240 autos de alquiler y actualmente tiene 1.200.

Lepio, por su parte, aseguró que a ese número se deben agregar otros 1.000 vehículos que no están registrados y trabajan "en negro". En principio estos últimos se ahorran la habilitación municipal -cuyo costo es de 160 pesos anuales por vehículo- y también el resto de los gravámenes que pesan sobre cualquier actividad comercial.

Pero además, el resultado inmediato es la reducción de precios, que conspira contra la ecuación económica de quienes están en el negocio "para quedarse".

Según el titular de de la CAAA, alquilar hoy un auto en Bariloche "es bastante más barato que en Iguazú, Calafate o cualquier otro centro turístico".

Dijo por ejemplo que "un VW Gol, tres puertas, cuesta 120 pesos diarios con 200 kilómetros libres, pero en plena temporada había ofertas por menos de 100 pesos".

La misma puja se da con las camionetas 4x4, que se pueden alquilar por unos 350 pesos diarios. Lepio dijo que con esos valores "se torna imposible renovar las unidades, que según la ordenanza deben tener una antigüedad no mayor a los dos años".

Se quejó de que muchos particulares trabajan en el rubro desde sus propios domicilios "sin pagar habilitación comercial" y refirió que el alquiler de autos "también es un negocio paralelo de muchos bungalows", que los ofrecen a sus pasajeros.

Reconoció que los controles no son fáciles de aplicar "porque la gente por pagar unos pesos menos hace cualquier cosa, y cuando los paran la excusa típica es decir que el auto es de un amigo y se lo prestaron".

Catini también admitió que la tarea de los inspectores de tránsito se ve dificultada porque la mayoría de los alquileres de autos se pactan en el aeropuerto y allí no pueden trabajar porque está fuera de su jurisdicción.

Dijo no obstante que el aumento de las habilitaciones de autos de alquiler en el último año se debe no sólo a la rentabilidad del negocio sino a la intensificación de los controles.

Lepio explicó que los autos deben estar habilitados a nombre de una agencia interlocadora y actualmente en Bariloche hay 64 habilitadas. Según el dirigente, "muchas de las más conocidas también distorsionan el mercado porque en plena temporada traen decenas de autos para trabajar unos días y después se los llevan".

Propuso introducir cambios en la ordenanza a fin de que los vehículos ofrecidos en alquiler "estén radicados en Bariloche" y también para aumentar las penas a los infractores.

Reconoció que la actividad no absorbe mucha mano de obra (en su agencia tienen 25 autos y apenas 3 empleados), pero sí genera empleo de manera indirecta porque demanda continuamente el servicio de talleres, chapistas y lavaderos.

Calculó que en plena temporada alta el movimiento económico generado por los autos de alquiler ronda los 200 mil pesos diarios y en baja temporada "unos 55 ó 60 por ciento".