TUCUMAN (Télam).- La policía tucumana encontró ayer productos de cotillón al realizar un rastrillaje en un basural cercano a una vías ferroviarias en el marco de la investigación de la desaparición de la docente Beatriz Argañaraz, ocurrida hace 27 días.

Estos elementos serán cotejados con los hallados el viernes en la vivienda de la concubina del hermano de una de las detenidas por el caso que habría sido comprados para celebrar el cumpleaños de una de las hijas de la mujer.

El operativo se llevó a cabo en un terreno donde se arrojan residuos y que está ubicado en las inmediaciones de las vías del ex Ferrocarril Mitre, que atraviesan esta ciudad, donde la Policía Científica halló elementos de cotillón, entre ellos, un gorrito de cumpleaños.

Según las fuentes, en ese terreno lo cartoneros arrojan la basura que recogen de las estaciones de servicio de la zona, entre las que se encuentra el lugar donde las detenidas por el caso, Nélida Fernández y Susana Acosta, cargaron GNC la madrugada del 31 de julio último, cuando fue vista con vida por última vez la docente desaparecida.

Hace tres semanas, la policía había allanado la estación de GNC a la que concurrieron las imputadas y se llevó bolsas con basura ante la posibilidad de que Acosta y Fernández hayan arrojado allí elementos vinculados al caso.

Los elementos de cotillón secuestrados serán cotejados con los que el viernes también fueron hallados en la casa que Elida Báez comparte con Luis Fernández, hermano de Nélida, y que, según estos, habían comprado para celebrar el cumpleaños de una de sus hijas, el 18 de julio último.

A los investigadores les llamó la atención el cotillón, ya que durante un allanamiento a un estación de GNC encontraron elementos parecidos.

Durante el procedimiento estuvo presente el abogado querellante Leonardo Coria y Gustavo Morales, defensor de las imputadas a las que el juez Alfonso Zótoli les dictó la prisión preventiva el jueves.

Mientras tanto, los familiares de Argañaraz serán sometidos mañana a una prueba de ADN para determinar si las muestras de sangre encontradas en la casa y en el auto que compartían Acosta y Fernández pertenecen al mismo tipo que el de la maestra desaparecida.

La pista en la que ya trabaja la fiscal Adriana Giannoni es la de alguna diferencia laboral entre las imputadas y Argañaraz, quien estaba a punto de ser nombrada directora del colegio Padre Roque Correa, en el que trabajaba junto a Acosta y con cuya área de pastoral colaboró Fernández años atrás.