BAGDAD.- Los principales jefes tribales iraquíes, reunidos ayer en Bagdad luego del llamado hecho por el primer ministro Nuri al Maliki, firmaron un "pacto de honor" en que prometen actuar para "detener la violencia" en el país y apoyar el plan de reconciliación del gobierno.

Varios centenares de jeques participaron en una reunión de reconciliación en un hotel del centro de Bagdad, en presencia del primer ministro.

Los jefes tribales prometieron "preservar el país, hacer cesar las masacres y los desplazamientos de población así como detener a los takfiris (extremistas sunnitas)", afirmó el jeque Faal Neamah, mientras leía el documento final redactado por los participantes.

Las tribus constituyen el pilar de la organización tradicional de la sociedad iraquí. De tamaño variable, divididas en clanes y dirigidas por los jeques, las tribus agrupan a individuos unidos por lazos de parentesco, residentes en la misma región, pero que no comparten necesariamente la misma confesión religiosa.

"Los miembros de una misma tribu pueden ser (musulmanes) chiítas o sunnitas, pero no por eso son menos hermanos. Las tribus deben jugar un papel esencial en la lucha contra el terrorismo. Hemos declarado la guerra a los terroristas, prevenimos a los partidarios del antiguo régimen que no volveremos a la dictadura", declaró Maliki al inaugurar la reunión ayer por la mañana.

La conferencia buscar incluir a todas las formaciones políticas y religiosas que hasta ahora no han participado en el proceso político en Irak.

La conferencia confeccionará una lista de recomendaciones, entre ellas "cesar los combates entre grupos (religiosos y políticos), así como las expulsiones, disolver las milicias, fortalecer el papel de la ley, la justicia y el Estado y establecer un ejército nacional que se haga cargo de las tareas de las fuerzas multinacionales".

Los principales dirigentes de los árabes, kurdos, turcomanos, caldeos cristianos y asirios han aprobado ya los principales puntos del plan.

También pidieron que se revise el papel del "Comité de Desbaathificación" en la administración y el Ejército. Esta institución se encargó de eliminar de los puestos estatales a todos los miembros del Partido Baath de Saddam Hussein. Decenas de miles de personas se quedaron a causa de ello sin trabajo, y muchas se unieron a la resistencia contra las tropas de Estados Unidos y los soldados del actual gobierno iraquí.

Sigue la violencia

Por otra parte, en la provincia de Diyala murieron 10 civiles y 23 resultaron heridos en dos ataques diferentes.

Fuentes de seguridad indicaron que desconocidos dispararon contra dos coches en la capital provincial, Bakuba, matando a cinco personas e hiriendo a 12.

Otras cinco murieron y 11 resultaron heridas en Balad Ros, al estallar una bomba el viernes por la tarde en un campo de deportes. Otro explosivo estalló en la ciudad de Howeiya, unos 200 kilómetros al noroeste de Bagdad, provocando la muerte de un soldado y heridas a otros dos miembros de la patrulla, informaron a dpa fuentes de seguridad.

Previamente, en la misma ciudad un ataque con una granada contra una estación de gas mató a un policía. Siete personas, cinco civiles y dos agentes, resultaron lesionadas. A su vez, en Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital, fueron hallados los cadáveres de seis personas no identificadas con signos de tortura. (AP/DPA)