NEUQUEN (AN).- Los Domingo Terciopelo están fuera de los convencionalismos de las muestras plásticas o los rituales del rock. Es lo que proclaman con ahínco los organizadores.

El más ferviente deseo, que van cumpliendo con largueza desde hace cuatro años, es habilitar un espacio donde todos sean artistas y espectadores, "sin rótulos, diagnósticos o patologías, en plena comunión creativa y vincular". Y cuando se habla de patología o diagnósticos, es porque esta propuesta -como explicó uno de sus mentores - es un dispositivo creado a partir de la psicología social y el arte.

Justamente, promueve la salud social y la integración comunitaria, con una identidad bien definida: terapéutico, creativo, comunitario y autogestivo.

Hoy, a partir de las 18, en la Escuela de Psicología Social, Olascoaga 245, primer piso, participarán del ciclo una buena cantidad de artistas. La calidad estará a la vista.

Todo, se puede gozar por la mínima colaboración de una moneda de1 peso.

Se confabulan en este proyecto los integrantes del Taller Creativo Artepidol que abarca "poesía, canciones y otros delirios". Además estarán allí, el colectivo artístico The Pufletes que son jóvenes neuquinos que incursionan en el arte desde collages, pinturas pop y estética punk.

Con su producción, también desembarca el artista plástico regional Nicolás Mustel con cuadros que abarcan técnicas mixtas, transferencias, fotografías y collage.

Como el abanico se abre a otras manifestaciones, participan también las bandas Atrás hay Truenos cultivando un género que definen como indie rock sónico, Gato Negro que es un dúo de electro pop dark, La Perra una conformación absolutamente abocada al rock & roll. Y ya un clásico en estos encuentros: el señor Bicho Bolita junto a su banda Los Jugadores Desconocidos.

A Bicho Bolita (Ricardo Sueldo) le preguntamos sobre esta experiencia, ya que concurre desde hace un año a los Domingo Terciopelo. Para este joven de 24 años, es "una experiencia hermosa, es una energía que va y viene, la sentís al toque. Los que vamos seguido nos cono

cemos todos y terminamos siendo amigos. De eso se trata".

Su unión a la propuesta, es una larga historia que nació en el Taller Artepidol, junto a uno de los principales de este movimiento, Gustavo Lupano "el Rulo" y su trabajo maravilloso en Salud Mental del Hospital Castro Rendón. Bicho Bolita formó su propia banda con Tute, Miguel, Itzel, a bordo del bajo, batería, guitarra y voces.

Y es bueno aclarar que, como dice Rulo Lupano "siempre trabajamos de forma independiente, sin ningún apoyo estatal ni bandera política partidaria".

Y si algo más falta para comprender esta empresa, él mismo se encarga de aclararlo.

"Venimos realizando un trabajo conjunto, desde hace casi cuatro años, con pacientes internos y ambulatorios de distintas clínicas o servicios de salud mental de la región, tomando al arte como una herramienta de cambio para integrar, aliviar, comunicar, desmitificar la locura y acabar con el estereotipo del enfermo mental. El lema: salud social  integración, no exclusión".

El ciclo se realiza una vez por mes. El próximo es el 30 de setiembre, festejarán los cuatro años ininterrumpidos de un sueño que ahora es tan tangible como la más conmovedora obra artística.