Un extenso informe emitió anoche Telenoche, mostrando a los televidentes de todo el país las imágenes de la entrevista que la nueva testigo en la causa de los sobornos en el Senado -Sandra Montero- brindó en exclusividad a "Río Negro" los días 12 y 13 de este mes, antes de declarar el pasado jueves ante el juez Daniel Rafecas.

Montero estuvo en la intimidad del mayor acto de corrupción parlamentaria de los últimos años: el pago de 5 millones de pesos de soborno a senadores para que votaran en favor de una reforma laboral que el entonces presidente De la Rúa, necesitaba para mostrar que tenía poder en el Congreso.

La ex empleada del Senado -al que ingresó por recomendación del entonces senador rionegrino Remo Costanzo-, dijo a este diario que supo "de boca del senador" que cobrarían dinero a cambio "de levantar la mano" para aprobar la ley.

Afirmó que vio "un maletín con las iniciales de Remo, era el de él, un maletín negro, abierto, repleto de dinero" que, si bien no puede dar fe si era el del soborno "coincide exactamente en las fechas". El efectivo estaba "en fajos y embolsado" y como "envasado al vacío".

Respecto de lo que habría recibido Costanzo, manifestó Sandra que "en su momento me dijo que eran 600.000. Y después, a los pocos días, estábamos hablando de otro tipo de tema y me sacó que él había cobrado finalmente "nada más que 300.000".

Otro elemento centrale que brindó al magistrado y a este diario fue que Costanzo llamó a Cantarero desde su celular cuando estaban en la pizzería de Santa Fe y Callao y cuando iban en el taxi en que la acompañó hasta su departamento antes de ir a lo de su par para confirmar la entrega del dinero.

Por último, dijo que el senador usaba el celular de ella cuando quería eludir una eventual intervención de su propio aparato, cuando la justicia ya había comenzado a investigar el escándalo.