BAGDAD.- El ex dictador iraquí Saddam Hussein se negó a alegar en su favor ayer, al abrirse en Bagdad su proceso por genocidio en el Kurdistán, mientras que el presidente estadounidense, George W. Bush, decía desde Washington estar "preocupado" por la amenaza de guerra civil en Irak.
"Oigo hablar mucho de guerra civil. Eso me preocupa, desde luego", dijo Bush en conferencia de prensa ante una consulta sobre la creciente violencia en Irak. El presidente estadounidense dijo, no obstante, que se opone a que sus tropas se retiren de este país. "Hay mucha gente, gente buena y decente que dice que nos retiremos ahora", afirmó. Pero ello sería "un gran error", agregó.
En Bagdad, la audiencia del Alto Tribunal penal iraquí se inició en la zona verde ultrasegura, bajo la presidencia del juez chiíta Abdalá Al Ameri, y en presencia de todos los acusados. Se trata del segundo proceso contra el ex presidente iraquí.
En este caso está acusado de genocidio, por haber ordenado las campañas Anfal ("botín de guerra", según un versículo del Corán), que pueden haber provocado decenas de miles de muertos en Kurdistán en 1987 y 1988.
Saddam Hussein, que acusó al juez de expresarse en nombre del "ocupante" estadounidense, rechazó declararse culpable o inocente, lo mismo que sus seis coacusados. El juez consideró que se trataba de un alegato en su favor.
Saddam con su barba canosa cuidadosamente recortada, llevaba una camisa blanca y un traje oscuro. Su primo Ali Hassan Al Majid, apodado "El Químico" por su afición a los gases para usar con fines bélicos, estaba vestido con un traje tradicional y el pañuelo rojo y blanco.
El procurador, Munkith Al Farun, enumeró las ocho campañas sucesivas de la operación Anfal entre el 22 de febrero y el 6 de setiembre de 1988. "Numerosas armas químicas fueron utilizadas, miles de poblados fueron arrasados, niños separados de sus padres. Mujeres fueron encarceladas, violadas y torturadas. Sólo el orgullo y la dignidad del pueblo sobrevivieron, todo lo demás fue destruido", dijo el fiscal, quien estimó que 182.000 personas fueron asesinadas.
En el Kurdistán iraquí (norte), la población observó cinco minutos de silencio en las principales ciudades de la región autónoma, en memoria de las víctimas. (AFP)