Kiev/Moscú (DPA).- Un avión ruso Tupolev-154 con 170 personas a bordo se estrelló hoy en el este de Ucrania, 45 kilómetros al norte de la ciudad de Donesk, junto a la localidad de Suha Balka, donde equipos de rescate ya encontraron al menos 30 cadáveres, informó la protección civil. El servicio de protección civil ruso en Moscú aseguró que fallecieron los 170 ocupantes del aparato. "Según las primeras informaciones, todos han muerto", dijo la portavoz de las autoridades Irina Andrianova.
De acuerdo con la aerolínea Pulkovo, -con sede en San Petersburgo, de la que era propiedad el Tu-154-, 39 de los pasajeros eran niños. Entre las víctimas había uno o varios holandeses. Autoridades rusas y ucranias desecharon que se tratara de un atentado terrorista. Según el portavoz del Ministerio ucranio de Emergencias Igor Krol, la aeronave -que transportaba a vacacionantes- había partido del balneario ruso de Anapa, junto al Mar Negro, hacia San Petersburgo. En el trayecto atravesaba espacio aéreo ucranio.
Hasta el momento, la protección civil rusa difundió una lista con 159 nombres de pasajeros. Según Pulkovo -la cuarta mayor aerolínea de Rusia-, en la tripulación del vuelo 612 había 10 personas, otras fuentes hablan de 11. Como causa del siniestro, fuentes rusas se refirieron a un rayo. "Según datos provisorios, la catástrofe se desató por un rayo. El avión atravesaba un frente de tormenta". "A las 15:37 hora de Moscú (11:37 GMT) hubo una señal de SOS del avión", dijo. "A las 15:39 (11:39 GMT) desapareció de las pantallas de radar". Consideró poco probable un atentado terrorista, al indicar que no hubo una explosión. "Testigos presenciales dijeron que el avión cayó intacto del cielo", añadió la portavoz del servicio de protección civil ruso.
Sin embargo, su colega ucranio Igor Krol dijo en Kiev que cuando la aeronave estaba a una altitud de 10.000 metros se desató un incendio a bordo y que la tripulación intentó infructuosamente un aterrizaje de emergencia poco antes de perder contacto con los controladores. Aleksander Neradko, un alto oficial de la aviación rusa, indicó que el avión volaba en un área de serias turbulencias y tormentas antes de caer, según fue citado por la agencia Interfax.
Pulkovo Air Lines contradijo la versión de Neradko, al decir que las condiciones climáticas eran normales cuando se produjo el accidente. Pero meteorólogos ucranios confirmaron que la aeronave volaba dentro de nubes tormentosas hasta una altura de 11.700 metros, una altura superior que la altitud máxima práctica para un Tupolev 154. "No importa a qué altura el avión fuera a volar, iba a golpear muy mal clima", dijo Mykola Kulbida, presidente del Centro Meteorológico Nacional de Ucrania.
Primero tuvieron que extinguir los focos de fuego alrededor, producto del combustible. En el aeropuerto de San Petersburgo, psicólogos y médicos atendieron a los allegados de las víctimas, medían la presión arterial y repartían calmantes, algo similar al aeropuerto de Anapa.
