Domingo 20 de Agosto de 2006 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
La integración de Matías al Nivel Medio, el orgullo de Jacobacci
Es hipoacúsico y recibió apoyo de los docentes y de sus compañeros.

INGENIERO JACOBACCI (AJ).- La fuerza de voluntad de docentes, directivos y alumnos de una escuela de Jacobacci le ganaron al escepticismo y al desinterés y hoy hacen posible la integración de un joven hipoacúsico en el Nivel Medio. La integración de Matías, un adolescente de 16 años que cursa el tercer año en el Centro de Educación Media Nº 6 de Jacobacci, al secundario no fue una tarea fácil.

Pero, en este caso, las ganas pudieron más que los condicionantes que se pusieron en el camino y permitieron que en el ámbito de educación secundaria se desarrollen estrategias que posibilitaran una auténtica igualdad de oportunidades.

A pesar de su hipoacusia bilateral profunda, sin sentirse diferente a los demás, el joven cursa el tercer año de bachiller con muy buenas calificaciones y su integración en el nivel secundario es uno de los pocos casos en las escuelas públicas de Río Negro y el único en Jacobacci. Permitió,

además, abrir otras puertas para que otros jóvenes como él puedan estudiar y para que, sin quererlo, docentes y alumnos del CEM de Jacobacci aprendan el lenguaje de señas. En la misma vereda están quienes apostaron para que este sueño de Matías y de su mamá Isabel pueda hacerse realidad. Allí sobresale la Supervisión de Nivel Medio de Educación, directivos, docentes y compañeros de la escuela y, sobre todo Paula Cruz, una docente que lo acompaña desde hace ocho años.

Durante las etapas de pre escolar y primario, Matías estuvo dentro del Proyecto de Integración que Educación contempla en estos niveles. En segundo grado, fue alumno de Paula, quien a partir de allí comenzó a estudiar lengua de señas. Por cosas del destino, los egresos de séptimo grado, de Matías y del Instituto Nacional de Lengua de Señas, de Paula coincidieron. En séptimo grado, ante la consulta de los docentes, Matías indicaba con señas que quería seguir estudiando en el colegio donde iban los chicos grandes y su mamá solo quería que estuviera en el sistema, anhelo compartido con algunos docentes.

Luego de recibir el visto bueno de la directora del Instituto Nacional de Lengua de Señas, Virginia Domínguez y junto a las profesionales el Equipo de Apoyo Técnico y Pedagógico (ETAP) se elaboró un proyecto que fue presentado ante los docentes y directivos del CEM 6, quienes no dudaron en aprobarlo.

Tuvieron que readecuar contenidos curriculares, aprender lengua de señas para recibir en el aula a un joven sordo y darle la posibilidad de que pueda gozar de la igualdad de derechos. Desde la Delegación Regional de Educación, se gestionó una adscripción para Cruz, ya que hasta ese momento no estaba contemplada la creación de cargos "especiales" para nivel medio.

A tres años a su puesta en marcha, la experiencia es tan positiva como enriquecedora y demuestra que cuando se quiere, las barreras y desigualdades se pueden superar, que todas las personas por diferentes que sean pueden convivir en la diversidad y hacer que ésta sea tratada con naturalidad.

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