ROCA (AR).- Algunos dicen que el destino está escrito... y se afirman en hechos como los ocurridos ayer en Roca para ratificar sus convicciones.

En el mismo día, apenas con ocho horas de diferencia, un hombre y su hija sufrieron dos graves accidentes, en el mismo cruce de la ruta 22 y con características previas muy similares.

El 19 de agosto del 2006 será sinónimo de ingratos recuerdos para la familia Lavaccara de Roca. A las 9:30, Felipe Lavaccara (84) protagonizó un importante choque en la intersección de ruta 22 y Vintter, en el acceso a Roca por el barrio Stefenelli. Los involucrados fueron un Volkswagen Polo y un Ford Falcon Rural.

El hombre permanecía internado anoche el Sanatorio Juan XXIII, evolucionando de las heridas que sufrió. Dos mujeres que viajaban en el otro vehículo también sufrieron heridas.

Sin embargo, cuando sus allegados todavía daban muestras de nerviosismo por lo ocurrido, las malas noticias llegaron de nuevo. Y de manera increíble.

También transitando de sur a norte, también contra un auto conducido por una mujer que viajaba con sus hijos sobre la ruta 22 y en el mismo sitio, pero a las 17:30, su hija Estefanía protagonizó otra colisión.

El choque de la tarde fue violento, dejó como saldo seis heridos -uno grave- y daños materiales cuantiosos.

En la Renault Traffic SLD 277, además viajaba un sacerdote, el padre Alberto Avendaño, que resultó herido de gravedad.

Lavaccara pretendió cruzar la ruta viniendo desde el Colegio San Miguel y se encontró en una fracción de segundo con un Renault 21 SSU 490 en el que una familia de Neuquén -de apellido Salvatierra- regresaba desde Buenos Aires. Después del impacto, que se produjo en la parte delantera derecha de la camioneta, el rodado menor perdió su rumbo y se encaminó directamente hacia el desagüe que se extiende en forma paralela a la ruta, sobre la banquina norte. Pero como en el lugar hay una compuerta y sobresale el cemento, un segundo choque frenó la marcha descontrolada del R-21. Allí se rompió toda la parte delantera del auto, estallaron vidrios y hubo golpes para los ocupantes, Nancy Hergenrther y sus tres hijos, de 24, 18 y 11 años.

Las pericias iniciales realizadas por personal de la División Seguridad Vial de la Policía determinaron que la conductora del Renault 21 intentó evitar el choque, pero a pesar de "clavar" los frenos el vehículo se desplazó a lo largo de 40 metros hasta golpear la Traffic.

Cuando llegaron policías, bomberos y paramédicos, la mayoría de los heridos se encontraba fuera de los rodados, algunos de ellos tendidos en el suelo. Más tarde se confirmó que la mayoría salió de los habitáculos por sus propios medios, pero que el acompañante de Lavaccara en la camioneta llegó al exterior porque salió despedido.

Después de la asistencia en el lugar, las seis personas fueron trasladadas por dos ambulancias hacia el hospital "Francisco López Lima". Allí estabilizaron al herido más comprometido, el sacerdote Alberto Avendaño, quien sufrió un severo traumatismo de cráneo y anoche permanecía en terapia intensiva en la Clínica Roca. Por su parte, los hijos de Hergenrther, de apellido Salvatierra, presentaban diversas lesiones. El que más preocupaba era el chico de 11 años, que tenía un traumatismo abdominal cerrado del cual hasta anoche no se había podido determinar la gravedad. Sus hermanos de 24 y 18 años presentaban fractura de muñeca y un golpe en el abdomen, respectivamente. En tanto, la madre sufrió un traumatismo considerado leve en el rostro.

El parte suministrado por médicos del hospital indicaba que Estefanía Lavaccara había sido trasladada hacia el Sanatorio Juan XXIII con un traumatismo en el brazo derecho.

"Realmente insólito. Padre e hija hicieron hasta la misma descripción cuando los atendimos en la guardia: miré para un lado, para el otro, no vi a nadie y crucé", comentó el médico sobre los accidentados Lavaccara.

FUERTE CHOQUE EN ROCA

ROCA (AR).- Una fuerte colisión se produjo a las 9.30 de ayer en la intersección de ruta 22 y Vintter, afortunadamente sin más que daños materiales.

Uno de los vehículos era conducido por Felipe Lavacara de 84 años, quien circulaba sin cinturón de seguridad y sufrió algunas lesiones de carácter leve en la frente y en la zona de la cadera, según fuentes policiales.

En el otro vehículo iban tres personas dos de las cuales fueron derivadas al hospital local. Se trata de Adriana Zárate, de 25 años, quien presentaba un traumatismo de codo con luxación y su hijo, de 8 años, con heridas en la frente y escoriaciones en una pierna. Ambos, que viajaban con cinturón de seguridad, fueron dados de alta una vez atendidos en la guardia del "Francisco López Lima".