"Compromiso con los pobres"... "para quienes más lo necesitan"... "una política de inclusión social"...
Frases hechas. Acomodadas en un estante virtual para que en medio de un discurso el funcionario de turno las tome, aplique y vuelva a guardar... para quienes más las necesitan.
Cuesta hallar por estos lares una expresión que no suene a "verso" sobre las ideas destinadas a mejorar la calidad de vida de una familia con bajos recursos.
Y bajas son las expectativas por aumentar el nivel, porque al estar pendientes muchas promesas de antaño se continúa hablando de aquellos proyectos que aparecían importantes y devinieron en abstractos.
No vale aquí el borrón y cuenta nueva. El padrón único de beneficiarios que exigen los intendentes de la oposición al gobierno provincial no puede ser considerado una mentira piadosa de la que ya estaría bien dejar de hablar.
En cada uno de los casos de personas que reciben dobles o triples beneficios estatales hay un impacto sobre otro rionegrino que requiere del aporte oficial para que su vida no descienda más peldaños de los que ya vio pasar en caída libre.
No se trata de quitarle alimentos a alguien que seguramente ve superados sus ingresos -cuando los tiene- por las necesidades básicas propias y de sus hijos. Se trata de respetar el también repetido principio de "justicia social".
Y en Roca hay pruebas para demostrar que las meras declamaciones tampoco son exclusividad del radicalismo que gobierna la provincia desde hace casi 26 años.
Esta semana el bloque de la UCR puso blanco sobre negro en el Concejo Deliberante y demostró que el PJ tiene dos caras cuando analiza un proyecto para asistir a las familias que explican su vida como el tránsito constante por una cuesta ascendente.
La reserva de un lote fiscal para la futura construcción de un Centro Educativo y Comunitario Infantil en Stefenelli se constituyó en ejemplo del camino diferenciado que adopta el oficialismo roquense cuando las ideas son propias o ajenas.
El proyecto ingresó formalmente de parte de un grupo de vecinos, pero nadie desconoce que la presidenta del Concejo, Alicia Salicioni, tiene contacto directo con la iniciativa, porque es vecina de la zona e incluso fue presidenta de la Junta Vecinal del barrio, cuando las juntas vecinales existían en esta ciudad.
Está muy bien que Salicioni defienda los intereses de sus vecinos e impulse cambios para superar dificultades. Ocurre que el bloque que integra hizo mucho para demostrar que no existen preferencias a la hora de direccionar los progresos.
Habitantes del barrio Islas Malvinas también pretenden un Centro Educativo Comunitario Infantil. Presentaron un proyecto en 2004 con más firmas que la iniciativa de Stefenelli. Estos últimos vieron aprobada la ordenanza en dos meses. En Islas Malvinas todavía esperan.
Le asisten derechos a la edil Gloria Verani para pensar que el gobierno local tiene niveles de "sensibilidad" que se alteran tras identificar la pertenencia partidaria de quien pide ayuda.
La respuesta del oficialismo fue desacreditar a Verani por pertenecer a una estructura que también selecciona destinatarios de asistencia social en función del carné de afiliación. Una postura no alejada de la lógica. Pero ni una palabra sobre la verdad o mentira que estaba reflejando la concejal con su descripción.
Y en esa omisión está el ejemplo que comprueba que a muchos todavía les sienta mejor el "verso" que la responsabilidad de hacer más justa la relación entre el Estado y las familias pobres.
HUGO ALONSO
halonso@rionegro.com.ar
