VIEDMA (AV)- Enfermo... pero en casa. El lugar de mayor seguridad es siempre el hogar propio, sobre todo, cuando hay problemas de salud. La familia alrededor que dispense el cuidado ayuda a una recuperación más rápida o contiene desde el afecto y la cercanía la inevitable despedida.
Desde hace cinco años y medio en forma silenciosa un grupo de profesionales de distintas áreas del hospital Zatti trabaja en un innovador sistema denominado Atención Domiciliaria y Cuidados Intensivos.
Surgió como una necesidad de buscar la forma de internar pacientes fuera de la institución para tratamientos no sólo médicos sino paliativos.
En sus comienzos fueron cuatro profesionales y hoy suman 12 -Liliana Fedorco (médica); Oscar Ambor (médico generalista); Julio Asmat (médico generalista); Alberto Romero (oncólogo); Alejandra Tapia y Raquel Waissman (psicólogas); Mónica Guttman (kinesióloga); Silvia Fusimar (asistente social) y los enfermeros Ricardo Ibáñez, Olga Cañuqueo, María Angélica Manquehuin y Noemí Cayuleo-.
En los primeros seis meses fueron atendidos 30 pacientes y el año pasado sumaron 540 en el trascurso de los cuatro años. Sólo en el 2.005 accedieron a este sistema más de 200 pacientes y en lo que va de este año la atención domiciliaria totaliza 630 pacientes.
Bajo esta modalidad se atienden niños con patologías crónicas, trastornos neurológicos o secuelares y adultos para cualquier tipo de tratamiento que se pueda hacer en el domicilio, previa admisión y reunión familiar. La decisión se toma en conjunto con el médico de cabecera y se valora la situación socio familiar porque no siempre es posible la internación domiciliaria aunque la reclamen en el caso, por ejemplo, de pacientes que viven solos y no se puede levantar para ir al baño o para hacerse de comer. En estas situaciones se buscan alternativas en distintos hogares atendidos por instituciones.
Las internaciones domiciliarias tienen un permanente control y seguimiento diario de los profesionales del grupo y en el caso de pacientes oncológicos se los acompaña junto a su familia hasta sus últimos días "con la mejor calidad de vida posible".
Así lo señaló Liliana Fedorco, la médica coordinadora del grupo de Atención Domiciliaria y Cuidados Paliativos del hospital Zatti, al destacar que esta modalidad surgió por un conjunto de cosas. Por un lado, la sobrecarga del hospital, las patologías que van apareciendo y por el otro, la comodidad del paciente.
Para ser más gráfica detalló que el hospital tiene 32 camas y la internación domiciliaria atiende en la actualidad entre 30 y 40 pacientes por mes, lo que permite descomprimir la capacidad hospitalaria en forma notable. Dio como ejemplo una fractura de cadera que antes se internaba y el paciente aguardaba 25 días en el hospital esperando la prótesis. Hoy esa espera es en su domicilio con un seguimiento permanente del grupo y recién se interna el día antes de la cirugía, a las 72 horas se le da el alta y hace hasta la rehabilitación en el domicilio con la kinesióloga que lo asiste.
En relación a la recuperación del paciente internado en el hospital o en su casa, la médica aseguró no sólo que es mucho más rápida la mejoría en su domicilio sino que el entorno familiar aprende los cuidados mínimos del paciente.