Por cada poeta en el ámbito del folclore hay miles de cantantes, por cada poeta sobran los intérpretes, y los pocos que hay en este género, porque en realidad son pocos, han generado innumerables obras que los hacen imposibles de reemplazar.

El accidente cerebro vascular que sufrió días atrás "el padre de la chacarera", don Carlos Carabajal, en medio de tantas cosas, desnudó carencias, porque si algo le pasó al folclore argentino, no tanto al santiagueño, es que fue generando muchos músicos e intérpretes y pocos poetas. Bastará fijarse en los autores de los temas que interpretan los folcloristas para darse cuenta que en realidad son siempre los mismos, y en algunos casos hay temas que terminan por saturar a la gente porque todos los eligen para cantarlos.

Carlos Carabajal le dio mucho al folclore, no sólo el sello Carabajal que habla por sí solo de chacareras, sino temas que se instalaron en el género con tanta fuerza que se convirtieron en sinónimo de un estilo de música.

El cantautor santiagueño, que tiene 78 años, la mayoría de los cuales los dedicó al folclore, es el creador de los famosos conjuntos Los Carabajal y Los Manseros Santiagueños; padre de "Peteco" Carabajal, abuelo de Roxana Carabajal y autor de temas famosos tales como "Ciudad de La Banda" y "Domingo santiagueño".

Su otra gran obra fue impulsar el Festival Nacional de la Chacarera que anualmente se realiza en Santiago del Estero, provincia en la que la chacarera es como una parte del paisaje.

Carlos Carabajal, con estilo propio y a su modo, llevó al folclore a primeros planos cada vez que pudo y jamás faltó oportunidad para que en sus continuos viajes a la gran ciudad, como suele llamar a Buenos Aires, llevara algún grupo santiagueño para presentar.

Es bueno el reconocimiento en vida para estos creadores que recorrieron el país instalando temas, recorrieron sus propias vidas llevando la música para que el folclore sea reconocido en todas partes.

Y vaya que su legado es importante, primero porque su hijo también es un poco poeta, "Peteco" es de los que cantan, pero también de los que crean y creen que el folclore es un género que bien puede mezclarse con otros que parecen infinitamente lejanos, es de los que cree que un género no tiene límites, como tampoco los tiene la música.

Vaya si su legado es importante, porque Los Manseros Santiagueños siguen en los escenarios el país con su música, que en este caso se traduce en chacareras, de esas que hacen bailan, cantar y brindar.

Dejar un legado es para Carlos Carabajal nada más ni nada menos que eso, generar emociones, cantar, tararear y dejar siempre vigente una obra más allá de su vida misma.

Carlos Carabajal es folclorista de ley, un hombre para compararlo con los grandes.

Tan grande que dentro de muchos años su música y sus enseñanzas seguirán presentes en cada festival donde el folclore se instale.

Como dice presente don Atahualpa Yupanqui y muchísimos más que escribieron por y para el folclore.

Carlos Carabajal lucha por su vida, y el folclore, ese que conforman los músicos, intérpretes y también los creadores, sabe que de tanto en tanto nace algún elegido que apenas se predispone, es capaz de crear una zamba o una chacarera de esas que laten al ritmo de la música.

Salud por los creadores y ojalá llegue el día en que haya tantos poetas como intérpretes, porque ahí podremos decir salud por esta música.

JORGE VERGARA

jvergara@rionegro.com.ar