Liliana Herrero, sigue por los escenarios abrazando "Litoral" su último CD doble. Una obra portentosa que va cobrando más valor a medida que pasa el tiempo. Una inmensa aventura sonora para disfrutar que Herrero también va descubriendo. La cantante iba a presentarse hoy en Roca y el martes en Bariloche, pero a último momento se suspendió su gira.
Editado en octubre de 2005, su recorrido nacional arrancó en Resistencia, Chaco, y recorrió Mendoza, Santiago del Estero, Jujuy, Purmamarca, Villaguay, San Miguel, Mercedes, La Plata, el ND Ateneo Buenos Aires en diciembre y más... Punta Ballena, Uruguay, Mar del Plata, Pinamar, el Parque España de Rosario, en Casa de las Américas de Madrid, acompañada por Diego Rolón en guitarras varias y Mariano Cantero, percusión.
Es un trabajo de recuperación de cuestiones personales involucradas en una enorme historia musical y de vida; y también, de nombres y apellidos esenciales en la música del litoral...
"Yo me tomé de la mano, fundamentalmente, de Ramón Ayala. Para mí, una guía enorme por muchos motivos. Primero, porque su obra es preciosa, vasta y preciosa (sonríe ante la deliberada reiteración), siempre me gustó mucho, hay muchos temas suyos y es el único autor que está en los dos discos; en los dos ríos. Tal vez porque es misionero y en Misiones el Paraná y el Uruguay están más cerca uno de otro. Grabé 'Pan del agua', 'Cosechero', 'Panambí Jovhé', 'Canto al río Uruguay".
- ¿Cuáles serían para vos, las palabras que definen "Litoral", desde el placer que te produjo grabarlo, los climas interiores que te generó?
- Fue, por un lado un viaje por el medio del río, donde paré en algunas orillas, bajé y recorrí la ciudad. Me ocurrió con "Montevideo", digamos...
- Hay allí aromas de su costa, de su arena limpia.
- Sí, sí... Hay una enorme vegetación, todos los animales, todo lo que mueve el río; y el descuido del hombre, también. Y después lo que dice Juan L. Ortiz que, me parece, es quien descifró el enigma del río, el poeta que lo hizo como nadie.
Me fui al río y no comprendía, no lo comprendía y golpe regresaba... Decidí regresar... Se pregunta él, ¿era yo el que lo hacía? Y ahí me di cuenta que ya no era yo quien volvía, que a mí ya me atravesaba un río. Eso sintetiza lo que sentí. Ortiz descifró ese zigzagueo del río. Por eso las letras, en el cuadernillo que acompaña la edición completa, están hechas queriendo señalar esa especie de gigantesca curiyú, como dice Ramón Ayala, sobre el río; una víbora fabulosa que va ondeando por un territorio.
- Un lugar donde es posible encontrarse a sí mismo.
- Donde uno se encuentra... Sí. Me quitó mucho el sueño, pensar qué iba a hilvanar un disco con otro. Cuál era el hilván para ubicar éste de un lado, éste del otro. En los pocos viajes que hice, por todos estos lugares... (No encuentra aún la idea) Podría formular una hipótesis... Por el Paraná baja una música de corte romántico, basada más que nada en las cuerdas, con escasa percusión. Y por el Uruguay, vía Africa y Brasil, nos viene la negritud. Por eso, la presencia de Rubén Rada en "Canto al río Uruguay", me parece fundamental... Ese tema es casi tupí-guaraní y él le mete una cuña africana notable, improvisa genial. El disco "Uruguay" tiene una presencia de percusión mucha más fuerte que la de "Paraná", donde la hay en el comienzo del primer tema, por ejemplo. Rescaté autores que hace muchos años no cantaba, como Daniel Viglietti, a modo de escondido homenaje, ¿no? En "Paraná" está "Entraña de árbol", que yo cantaba en los '60, de Carlos Pino, que interpretaron Los Trovadores, y Armando Tejada Gómez. Por aquellos años, con un grupo que integraba, Canto Libre, homenajeando a la canción de Viglietti, la hacíamos mucho. Y se nos ocurrió con Diego (Rolón) hacerla como un clásico, con una guitarra casi yupanquiana.
- ¿Te cuesta más explicarlo, que haberlo hecho?
- Un poco, pero a medida que transcurren las charlas, voy percibiendo cosas que no había podido formular en términos de lenguaje hablado; en el musical, me resultó más sencillo. Descubro algunas, pienso otras. Yo partí de una geografía y luego me cobijé en la memoria individual y colectiva. Por eso, está "Margarita Belén"; por eso lo presenté en Resistencia y allí comencé la gira nacional que aún sigo. Me gustó mucho hacerlo así, mucho. Tuve una enorme necesidad de ir a tocar primero al territorio. Fui a Entre Ríos, a Villaguay, luego a Resistencia, y por supuesto hasta Margarita. La presencia del río fue muy grande, recuerdo... El río algo se lleva, pero algo nos da, algo se queda y algo también se va... Es como la memoria...
EDUARDO ROUILLET
