MADRID (DPA) - La organización armada ETA advirtió ayer a los políticos y la sociedad española de que el proceso de paz que se inició el 24 de marzo se encuentra "inmerso en una crisis evidente", y amenazó con "responder". El gobierno regional vasco y los socialistas vascos (PSE) contestaron que ETA no llevará las riendas del proceso de paz.

En un comunicado difundido a través del diario vasco "Gara", ETA señaló que el proceso de paz se encuentra estancado debido al "bloqueo" del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) -la formación del presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero- y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), la fuerza política que encabeza el Ejecutivo vasco.

Según la organización separatista, ambas formaciones políticas pretenden "construir un proceso a la medida de sus intereses y necesidades".

"ETA no tiene ningún derecho a frustrar las esperanzas de este pueblo y de esta sociedad", señaló el gobierno vasco. Por su parte, los socialistas vascos aseguraron que "las amenazas y coacciones de ETA" no van "a modificar" sus principios ni a "variar" sus posiciones.

Por su parte, el PSOE recordó en una declaración que "la paz no tiene ni tendrá nunca precio político alguno".

Además, refiriéndose a Batasuna, ilegalizada por la Justicia española al considerarla brazo político de ETA, subrayó que en democracia la política la hacen los partidos y quien quiera participar en ella "debe cumplir unas reglas".

Entre tanto, el principal partido de la oposición, el Partido Popular (PP), pidió al gobierno de Rodríguez Zapatero que abandone el proceso de diálogo y vuelva al Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo para recuperar "el acuerdo de los grandes partidos". Un portavoz de la organización señaló que el presidente del gobierno "ya debería saber" que ETA sólo habla en el lenguaje de la "coacción y el chantaje".

El comunicado de ETA afirma que ésta sigue comprometida con el proceso de paz iniciado con el anuncio del "alto el fuego permanente" hace casi cinco meses y reprocha al gobierno de Madrid que "se ha valido de la represión para debilitar a la izquierda abertzale (independentista vasca)", a través de "continuos ataques" desde "los aparatos del Estado".

En su opinión, una actitud "represiva es incompatible con el desarrollo de un proceso de paz" y advirtió de que "si continúan los ataques contra Euskal Herria, ETA responderá". Con Euskal Herria, ETA se refiere al País Vasco, a la región de Navarra, también en el norte de España, y al País Vasco Francés.

Los principales puntos de desencuentro entre la organización armada y el gobierno son el cumplimiento íntegro de las condenas de prisión de los presos de ETA; la Ley de Partidos, que expulsó a Batasuna de la composición de fuerzas políticas democráticas por su negativa a condenar la violencia armada, y la inclusión de Navarra en el proceso.

En cuanto a esta última cuestión, el gobierno navarro señaló que la comunidad foral "no ha sido, no es ni será parte de la quimera que ellos denominan Euskal Herria". La organización lamenta que se esté "demostrando una voluntad clara para retrasar los pasos a dar", a la vez que se "imponen nuevas condiciones". Señala además que se está "continuamente intentando desvirtuar y vaciar de contenido el proceso, identificando la situación con el fin de ETA y con que la izquierda abertzale admita dócilmente el marco actual".