Otra misión cumplida. La primera fue superar el centenera de anotados. La segunda, reunir a muchos aficionados en la largada simbólica. También se logró, porque en inmediaciones de la rampa que se armó en el Centro Cultural “Valle Fértil” de Roca hubo una multitud, lo que no hizo más que demostrar la vigencia que tiene la Vuelta de la Manzana. Moverse no fue una tarea sencilla. Ni bien los autos pasaban por la rampa, doblaban hacia la derecha en busca del Monumento de la Manzana. A lo largo de unas cuantas cuadras, el paso de los autos estuvo enmarcado por un cordón de miles de fanáticos que vivieron con toda intensidad la última parte previa al momento de la acción. Los pilotos y navegantes, junto a los integrantes de su equipo, esperaron el paso por la rampa firmando autógrafos; fotografiándose con los aficionados, y hasta consultándose cómo tenían escrita la “hoja de ruta” de los tramos, porque hay caminos que están impecables y otros que se movieron un poco, generando las dudas lógicas acerca de cómo encararlos a la hora de la verdad. No le faltó nada a la largada simbólica de la “Manzana”, desde la música y el humor de Claudio Echelini; al desfile de autos antiguos y el colorido del centenar de participantes que desde hoy encararán el gran desafío de dar la “vuelta”. La actividad empezó temprano en inmediaciones del Centro Cultural “Valle Fértil”, donde se armó la movida previa a esta prueba en la que coinciden los certámenes argentino, patagónico y sudamericano. La AVGR trató de no dejar detalle suelto. Todo cuidado para tratar que los aficionados pudieran disfrutar de una visita, y también que los visitantes, quienes llegaron de diferentes países por la realización de esta prueba por el sudamericano, se lleven la mejor impresión de cómo se vive el rally en nuestra región. El día se vivió a mil, clásico de cada previa a los grandes acontecimientos. Terminó el relevamiento de los caminos, que en general recibieron la aprobación de pilotos y navegantes, como también se completó la verificación técnica y administrativa. Después, el trabajo de los equipos para que los autos lucieran resplandecientes para pasar por la rampa armada en Estados Unidos, casi Avenida Roca. Después de pasar por la rampa, los participantes se dirigieron hasta el Monumento de la Manzana, acompañados por una verdadera multitud, y después la desconcentración para irse a descansar y esperar el comienzo de la verdadera prueba. La verdad, fue una idea brillante que los pilotos pudieran recorrer unas cuantas calles con sus autos para evitar el acoso de los aficionados, quienes no dejaron de aplaudir a sus pilotos preferidos. Sólo un detalle se le escapó a los organizadores y fue la escasa iluminación que tuvo el sector donde se ubicaron los autos que participarán de la prueba. La falta de una buena luz le quitó a los aficionados la posibilidad de ver bien a los autos, la mayoría de los cuales lucen impecables. Igual, lo apuntado no fue escollo para que los aficionados estuvieron sacándose fotos con los autos y juntaron autógrafos de sus pilotos preferidos, también del mismísimo Gabriel Raies, quien se encargó de presentar el Súper R, una de las novedades que tiene la “Manzana”. |