RUCU LUAN (José Mellado, enviado especial).- Dos familias que estaban aisladas sin leña ni comida en distintos parajes de la Región Sur fueron rescatadas ayer en medio de una travesía que resultó una verdadera odisea que se prolongó por más de nueve horas. "Rápido chicos, agarren sus cosas y suban a la camioneta que nos vamos para el pueblo", señaló Luisa Ruíz, y lanzó un largo suspiro con el que pareció sacarse un gran peso de encima al ver estacionar frente a su precaria vivienda la 4x4 de los bomberos de Jacobacci. Fue una sensación de alivio a un drama que la mantenía en vilo desde hacía un mes, cuando la familia quedó aislada en un campo de la zona de Rucu Luan, a unos 120 kilómetros al su de Jacobacci.
Inmediatamente sus hijos Dalila, Amelia, Amelisa, Delma, Griselda y Ezequiel se subieron a la parte trasera de la pick up y se agarraron fuerte de las manos en claro gesto de unión, de haber soportado hasta las últimas consecuencias. Luisa fue la última en subirse. A un costado y luego de saludar con un beso a cada uno de los integrantes, su esposo Adolfo Caravajal, juntó las manos y mirando al cielo murmuró: "Me quedó con Dios, que es mi amigo". Es que el aislamiento lo mantenía en vilo. Sus hijos y su esposa habían ido a pasar una semana de vacaciones y no podían salir del campo. Le faltaba leña, comida y los embargaba una gran preocupación por saber qué iba a pasar con la escuela de los niños y también porque si algunos de ellos se hubieran enfermado, no podía acudir a un hospital.
Cuando terminaron de cargar las cosas, la pick up dio vuelta y salió hacia La Gotera, un campo ubicado a unos 25 kilómetros de allí. Cada minuto valía oro. El viaje de 116 kilómetros que separan a Jacobacci del lugar, demandó más de nueve horas y era el tercer intento por llegar hasta Rucu Luan. De la "operación rescate" participó también un Unimog de Gendarmería Nacional, pero la gran cantidad de nieve acumulada y la difícil geografía hizo que se encajara a poco de salir de La Gotera. Parecía que el nuevo intento también fracasaría. Sin embargo, Jorge Penchulef, quien iba a cargo de la dotación de bomberos, decidió arriesgar el vehículo y a sus hombres y, conduciendo a "paso de hombre", logró lugar a destino. "Fue muy arriesgado, una verdadera odisea, pero había que llegar de alguna manera porque esa familia necesitaba que hiciéramos el esfuerzo", sostuvo Penchulef. En el viaje fueron dejando leña, comida y forrajes a otros vecinos que decidieron permanecer en el campo, a pesar del aislamiento.
El regreso a La Gotera fue tan duro como la ida. Allí esperaba Juan Rubén Mellao junto a su esposa y sus cuatro hijos. Luego de recorrer casi 40 kms a caballo, en un viaje que duró ocho horas, logró autoevacuar a su familia. "Estaba muy preocupado porque si el tiempo sigue así no sé cuándo iban a poder salir", señaló Mellao. Al cierre de esta edición emprendía el regreso a Jacobacci, sabiendo que tampoco sería fácil, por el avanzado estado de abandono que presentan la ruta Provincial 76 y los caminos vecinales de la zona.