SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- Los empresarios de turismo coinciden en que el Estado no puede continuar ausente y debe acompañar el sostenido crecimiento que experimentó en los últimos años el sector. "Hay obras que los privados no podemos hacer y es hora de que el Estado aporte su cuota, para que el turismo continúe siendo sustentable", sostuvo Oscar Vidal, presidente de la Cámara de Turismo de Bariloche.

Dijo que los empresarios invirtieron millones en hotelería, gastronomía y servicios, pero si no se reparan las calles y rutas y si no se mejoran los servicios públicos no habrá capacidad para incrementar el flujo de visitantes.

Vidal reconoció que la presente "ha sido otra buena temporada, eso no lo podemos negar". No obstante, reconoció que hay que hacer ajustes, tanto en la parte operativa como en la mejora de algunos servicios. "Los empresarios sabemos qué cosas tenemos que corregir; y las vamos a corregir. Pero también necesitamos que el Estado haga su parte", aseguró.

El empresario hotelero recordó que numerosas empresas de transporte renovaron sus unidades y también hay nuevos automóviles para alquiler. "De qué sirven si las calles y rutas son un verdadero desastre", ejemplificó. A su criterio "este es un tema muy preocupante, para colmo vemos que el poco dinero que se invierte no alcanza, ya que las reparaciones que se hicieron duran unos pocos meses. Eso no sirve".

Según el empresario, en la última década el Estado hizo muy poco para mejorar la oferta turística de Bariloche. "Esto implica que hay varias cosas importantes que mejorar", aclaró. Además de la reparación de la red vial indicó que urge resolver la construcción del centro de congresos y convenciones, la operatoria en los puertos Pañuelo y San Carlos y la ampliación de la playa de estacionamiento en Catedral.

Opinó que el problema de los puertos es vergonzoso y que también hacen falta mejores servicios en la excursión internacional desde Chile. "Faltan servicios acordes a un turismo internacional. No puede ser que el visitante tenga que trasladar su equipaje y arremangarse el pantalón cuando llega a un puerto, todo inundado", sostuvo.

Dijo que en el aeropuerto, que operó muy bien, también hay cosas para mejorar. "Faltan sillas para los pasajeros que deben esperar en las demoras de los vuelos y tampoco hay carritos con techo para el equipaje. Cuando llueve o nieva todas las valijas llegan pasadas de agua", ejemplificó. "De la misma manera que durante varios años Bariloche vivió de espaldas al cerro Catedral hace muchos años que está de espaldas al lago Nahuel Huapi", sentenció. Dijo que "con Catedral la relación cambió", pero en el lago todo sigue como entonces.