Buenos Aires, 19 de agosto (Télam).- Rodolfo Catinelli, defensor oficial del ex senador Remo Costanzo, definió hoy como "una operadora política" de la provincia de Río Negro a Sandra Montero, la ex empleada del Senado que complicó a su defendido en la causa que investiga el supuesto pago de coimas para aprobar la ley de reforma laboral del 2000.
Tras reiterar que el testimonio de Montero es "poco serio" y destacar la "necesidad" de realizar un careo entre la mujer y Constanzo, Catinelli la definió como "una operadora política de la misma provincia" que representaba su cliente en el Congreso de la Nación, Río Negro.Sandra Montero afirmó haber visto un portafolio con 300 mil pesos producto del cobro de soborno por parte de Costanzo para aprobar la ley de Reforma Laboral en abril de 2000.
Catinelli fundamentó que "fue poco seria" la declaración que Montero realizó en los tribunales de Comodoro PY 2002 ya que "posee algunas contradicciones" y porque "fue dada a conocer a través de la prensa". El letrado cuestionó "la forma en que fue elaborada" esa testimonial, "mediante reuniones con (el arrepentido) Mario Pontaquarto", ex secretario del Senado.
En declaraciones a radio Diez, criticó el hecho de que Montero "haya esperado tanto tiempo" para realizar su denuncia, habida cuenta de que Pontaquarto realizó lo propio en diciembre de 2003. Asimismo, el defensor oficial cuestionó que la mujer se haya "juntado" con Pontaquarto "para ver si coicidían los testimonios".
Respecto al contenido de la denuncia, advirtió que "hay varias cosas que no coinciden: Pontaquarto dice que la plata se repartió en lo de (el ex senador Emilio) Cantarero, en una versión que tampoco creo, y ella dice que fue Constanzo el que repartió la plata", aseveró. Sobre las presuntas contradicciones en las que incurriera la mujer ante la Justicia, Catinello agregó que Constanzo "reconoció" que tras la aprobación de la reforma de la ley laboral fue a lo de Cantarero, pero Monetero "dijo que (en ese momento) estuvo en (el restaurant) Los Inmortales".
En la primera oportunidad que tuvo para declarar, "Constanzo reconoció que ese día estuvo en la casa de Cantarero desde donde realizó dos llamados", consignó. Esto "también descarta lo que dijo esta mujer respecto a que estuvieron comiendo en Los Inmortales, porque supuestamente en el momento en que estuvieron comiendo Constanzo estaba haciendo una llamada desde lo de Cantarero". El llamado, aseguró, "fue realizado entre las 22 y las 22.30, la sesión terminó cerca de las 22 y desde que se trasladaron del el Congreso hasta el domicilio de Cantarero, en Callao y Posadas, no tuvieron tiempo" de pasar por Los Inmortales, afirmó.
Por otra parte, Catinelli volvió a remarcar "la importancia" de carear los testimonios de Constanzo y Montero, y reseñó que, en ese marco, pidió ampliar la indagatoria de su representado "a fin de que el juez (Daniel Rafecas) ordene el careo" y reiteró que, en caso de que eso no ocurra, será el quien solicite la medida. El letrado reconoció que si bien Rafecas puede cerrar la etapa de instrucción de la causa sin esta ampliación testimonial puede cerrarla sin la declaración de Constanzo pero "aún faltan medidas de prueba (para que eso ocurra) y un testimonio de este perfil no puede quedar en el aire, más allá de que esto quede a criterio del juez".