VIEDMA (AV)- El ex contador General del Poder Judicial de Río Negro, Alejandro Biderbost, volvió a ser noticia.

El gobierno provincial lo autorizó a construir dentro de la propia alcaidía de Viedma una vivienda que le permite pasar sus días con más comodidad que el resto de los internos.

A pesar de estar condenado, Biderbost continúa en la cárcel donde sólo pueden permanecer procesados.

Desde la inauguración del Penal provincial Nº1 en esta capital, hace más de un año, aquellos con sentencia condenatoria firme empezaron a abandonar las celdas de la alcaidía.

Sin embargo, el ex funcionario judicial construyó su propia casa en el patio externo de la unidad, un sector al que acceden un puñado de internos, aquellos que tienen mejor conducta.

Así lo informó el semanario "El Este Rionegrino" publicó en su último número.

La construcción fue autorizada por la Secretaría de Seguridad de Río Negro, a cargo de Miguel Angel Bermejo, según señaló el propio Biderbost al semanario.

Conocida la noticia, el tema generó comentarios adversos.

Por un lado algunos sostienen que es una persona que no debería compartir el encierro con otras que están privadas de la libertad acusadas de haber cometido, en su gran mayoría, robos a mano armada.

Para tener dimensión de la situación vale decir que aproximadamente un 95% de los internos de la alcaidía de Viedma mantiene abiertas causas originadas en este tipo de delitos.

Otros, en cambio, consideran que Biderbost utilizó su profesión y el cargo jerárquico que ocupaba para quedarse probablemente con mucho más de lo que sustrajo ese 95%.

No necesitó armas pero despojó de una suma importante al Estado provincial cuyo cálculo no se pudo estimar con precisión aunque quedó claro un estrepitoso avance económico personal.

La razón de la condena

Pero esta no es la primera vez que las consideraciones para Biderbost son noticia.

El contador fue condenado por la Cámara del Crimen de Viedma el 22 de agosto de 2003 a cinco años de prisión por el delito de "peculado continuado", pero la sentencia recién quedó firme por el Superior Tribunal de Justicia en marzo del año siguiente. Es decir que fue a prisión siete meses después del fallo condenatorio firmado por los camaristas penales de Viedma.

Para este Tribunal quedó acreditado que entre abril de 1995 y el mismo mes de 1998 Biderbost junto con el empleado -de apellido Olivera y dependiente en sus funciones del entonces Contador General- sustrajeron caudales de los fondos permanentes judiciales que manejaban denominados "gastos generales", "mantenimiento de inmuebles" y "conservación de vehículos".

Para ello implementaron diversas modalidades perjudicando al Poder Judicial de la provincia.

Una de ellas consistió en la presentación de facturas de adquisición y reparación de bienes, como si fueran del Poder Judicial, cuando en realidad eran para beneficio particular del contador.

En otras se crearon boletas de proveedores inexistentes o presentar boletas legítimas, pagadas en efectivo a los proveedores, pero luego adulteradas por un monto superior.