SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Las soluciones a los problemas del vertedero municipal avanzan a ritmo muy lento. Pese a los esfuerzos del municipio y la fundación Arelauquen la seguridad en el predio no mejora y hasta la fecha no se logró cercar el lugar. Tampoco se pudo erradicar el trabajo infantil. Pese a ello la Asociación de Recicladores de Bariloche (ARB) se encuentra trabajando para reequipar al grupo, el cual hace dos meses sufrió un incendio en el cual perdió su equipamiento.
"Somos alrededor de 45 jefes de familia que recolectamos desechos y los comercializamos, con lo cual logramos algunos recursos para sobrevivir", explicó Zulema Moreles, presidente del grupo. Anunció que mañana tendrá lugar una cena a beneficio, con cuya recaudación esperan comprar una camioneta usada, para transportar lo recolectado hasta un depósito más seguro que el del basural.
La cita será en el restaurante El Talisman, del Arelauquen Lodge, con un costo de $120 por persona. La gastronomía estará a cargo del chef Emiliano Schobert y el total de lo recaudado será entregado a la organización social.
Zulema destacó la ayuda que reciben de la Fundación Arelauquen, la cual ya organizó un torneo de golf a su beneficio. Informó que el grupo se encuentra recolectando vidrio y metales. Reiteró sus reclamos para que el predio sea cercado y que se evite el ingreso de menores. Reconoció que es una "tarea inagotable" ya que siembre hay personas que ante la necesidad concurren al basural a buscar algo para subsistir.
Por su parte, desde la fundación Arelauquen informaron que desde diciembre de 2003 llevan adelante programas para la asistencia y el fortalecimiento de varias organizaciones sociales de base. Entre ellas está la ARB, que presta el servicio de recolección, clasificación y reciclado de residuos dentro del predio del repositorio urbano local.
El basurero recibe alrededor de 50.000 toneladas de residuos por año. En verano alrededor de 200 personas por día visitan el lugar, con el agravante de que la mitad son niños. Para atenuar el problema el municipio y la ARB celebraron un acuerdo por el cual el municipio los reconoce como trabajadores y estos se comprometieron a cumplir con pautas de trabajo, entre ellas impedir el ingreso de menores al basural. Para ello la fundación aportó recursos con los cuales se creo una huerta ubicada en el barrio 2 de Abril.
Allí se cultivan hortalizas y aromáticas que sirven para el consumo familiar. También se plantines de flores, cuya venta genera recursos para el mantenimiento del vivero. A los niños que participan del proyecto se les dio una beca como aporte al ingreso familiar. Los mismos sustituyen los que obtenía en el basural y se lo asiste con una red de contención externa que evita el regreso a la actividad laboral.
