Miércoles 09 de Agosto de 2006 Edicion impresa pag. 72 > Sociedad
McCartney y Mills cada vez peor
Parecía que iba a ser una separación pacífica. Sin embargo, las cosas se han complicado. Un nuevo escándalo en el marco del divorcio de dos estrellas.

LONDRES (DPA) - El enfrentamiento entre el músico y compositor, Paul McCartney y su segunda esposa, Heather Mills, a causa de la solicitud de divorcio que presentó el músico es cada vez más fuerte.

Los vigilantes de la finca del ex Beatle, de 64 años, llamaron a la policía cuando Mills se presentó, al parecer sin avisar con anticipación, junto a su pequeña hija delante de la casa de McCartney en el distinguido barrio londinense de St. John's Wood y quiso entrar.

Según informaron ayer el "Daily Mirror" y otros diarios sensacionalistas londinenses, Mills, de 38 años, quería entregar a la pequeña Beatrice de dos años en casa de su padre.

Sin embargo, no pudo abrir la puerta de la residencia McCartney porque había sido cambiada la cerradura.

Cuando tocó el timbre y no se presentó nadie, el guardaespaldas de Mills trepó un muro para abrir la puerta por dentro. Entonces comenzaron los problemas.

El equipo de seguridad de Paul McCartney alertó a la policía. Bajo la mirada de numerosos fotógrafos, la todavía esposa del ex Beatle esperó la llegada de los agentes.

La pequeña Beatrice fue llevada al otro lado de la casa para que no viera las tensas escenas. McCartney mismo no estaba en su casa. Según informó el "Mirror", Heather Mills consiguió finalmente entrar tras varias llamadas telefónicas.

Quería pasar la noche en la casa para entregar a Beatrice personalmente a su padre este martes.

A fines de julio, dos meses y medio después de la separación oficial, McCartney pidió el divorcio de su segunda esposa.

El muy publicitado juicio de divorcio gira en torno al patrimonio de más de mil millones de euros del músico y a la custodia de la niña.

La pareja se casó en junio del 2002.

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