SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- Dos nuevos casos de contagio por "hepatitis A" fueron confirmados en esta ciudad, por lo que ya suman 30 en lo que va del año, 14 de los cuales se produjeron en un mismo establecimiento educativo.

Ayer arribó a San Martín el director de Epidemiología de la Subsecretaría de Salud, Marco Elder, quien mantuvo reuniones con los profesionales de Zona Sanitaria IV y entrevistas con directivos de escuelas y colegios.

Elder recorrió los lugares donde fueron detectados los contagios, como la escuela 188, que concentra el grueso de los episodios. Según se informó, los estudios realizados en ese establecimiento del barrio El Arenal revelan que el agua para consumo es potable, pero a la vez que se dispuso el arreglo de los sanitarios.

Conviene recordar que, desde hace dos meses, una de las dos baterías de baños había sido clausurada a la espera de su reparación.

Como se apuntó, en las última horas fueron confirmados dos nuevos casos de hepatitis A, y no se descarta la aparición de otros. Hasta aquí, se trata del brote más importante desde 1995, cuando se registraron 45 contagios.

Las autoridades locales y de Salud Pública trabajan en extremar las medidas de prevención, se informó ayer.

La enfermedad

Existen -básicamente- dos grandes tipos de hepatitis virales agudas. La más conocida se propaga por vía fecal/oral y reviste carácter endemo-epidémica (períodos prolongados de baja frecuencia y años con frecuencias de ocurrencia más elevadas) en la región.

Es producida por el virus "A" y su magnitud se encuentra en directa relación con el desarrollo de los servicios de eliminación de excretas e higiene ambiental, provisión de agua segura, y hábitos de higiene personal.

La otra forma se presenta más esporádicamente y se trasmite por medio de la sangre y fluidos corporales. Es producida por otros virus (tipos B, C más frecuentemente). Para estos últimos, el mecanismo de transmisión es similar al del virus de la inmunodeficiencia humana (HIV-sida).

La hepatitis A, como es el caso en San Martín de los Andes, suele manifestarse como una enfermedad de evolución prolongada aunque en general benigna.

La mayoría de los afectados no requieren internación y pueden superarla efectuando reposo en sus domicilios.

Por las características de su transmisión, reviste gran importancia sanitaria la vigilancia de su evolución, ya que su presencia indica la existencia de condiciones ambientales y conductas individuales inadecuadas, que también pueden facilitar la aparición de otras enfermedades, tales como diarreas, fiebre tifoidea y parasitosis intestinal.

Según un informe oficial, la Subsecretaría de Salud mantiene el nivel habitual de vigilancia de la notificación de casos y, además, orienta la indicación de actividades preventivas requeridas para evitar la difusión de la infección en el ámbito familiar e institucional, mediante la ratificación de pautas higiénicas ambientales y de comportamiento personal (ver recuadro).