El ex presidente Fernando de la Rúa dijo ayer que "sería una aberración, una ilegalidad", que la Justicia disponga su procesamiento por cohecho en el marco de la causa por el presunto reparto de coimas en el Senado que se habría concretado hace seis años tras la sanción de la ley de Reforma Laboral.

De la Rúa, que fue indagado por el juez federal Daniel Rafecas bajo cargos de cohecho activo, opinó que su posible procesamiento perjudicará al secretario del Mercosur y ex vicepresidente de la Nación, Carlos "Chacho" Alvarez, porque era titular del Senado cuando la ley laboral fue aprobada, el 26 de abril de 2000.

"Si pese a la prueba el juez (Rafecas) imagina o supone contra mí porque fui presidente, a quien afecta más es al Secretario del Mercosur Carlos 'Chacho' Alvarez, porque él era el presidente del Senado cuando se atribuyó 'la Banelco' (...), cualquier abuso judicial le cae directo".

De la Rúa insistió en que "nada pasó y todo es falso", por lo que no sólo ha negado su responsabilidad en el escándalo sino que jura que nunca hubo reparto de sobornos para obtener la sanción de una ley que, en el caso del nuevo régimen laboral, fue motorizado directamente desde la Casa Rosada.

Alvarez renunció a la vicepresidencia cuando De la Rúa, entonces jefe de Estado, ascendió al ministro de Trabajo Alberto Flamarique, que se habría jactado ante el líder sindical Hugo Moyano -según refirió el gremialista- de contar con "la Banelco" para reunir votos en favor de la ley laboral. Ahora De la Rúa salió a afirmar por radio Rivadavia que Chacho no renunció por el affaire del Senado. "Alguno vincula esto con la renuncia de Chacho, olvidando que el motivo fue otro. Tanto es así que después quiso volver al Gobierno como Jefe de Gabinete, con Domingo Cavallo ministro de Economía. Esto desmiente que aquella fuera la causa. Y mal podía serlo frente a algo inexistente. Su increíble agresión contra mí fue parte de la operación política, para disimular el acto impropio de su renuncia en el 2000", disparó el radical.