"Es el fin del porno", sentenció un amigo, Jorge, director de cine, después de escuchar la novedad. "Es el fin", insistió. A lo cual agregamos a coro: "y el nacimiento de una nueva era". El Neo porno ya toca las puertas del siglo XXI. Si no le abren, entrará igual: gratuito y amateur.
Hace unos días llegó ¿para quedarse? el sitio en internet más hot y bizarro de los últimos tiempos: pornotube.com. ¿Recuerdan el boom de Youtube? Por si las dudas recordemos que Youtube es un sitio en internet que le ofrece la posibilidad, a cualquiera que así lo desee, de subir sus videos hogareños siempre que no contengan sexo. Una experiencia que semeja peligrosamente a la utopía de un futuro en donde cada ser humano podrá convertirse en entidad emisora de su propio canal de televisión.
Bueno, Pornotube es más o menos lo mismo pero con el sexo como ingrediente principal. Frente a la imposibilidad de mostrar en Youtube la piel y el movimiento pendular que abarca a la vida cotidiana, Pornotube aparece como el espacio liberado de prejuicios en el cual los participantes dan rienda suelta (nunca mejor dicho) a sus fantasías sexuales. Hasta hoy acceder a material pornográfico en la red, salvo que se tratara de fotografías, siempre resultó engorroso. Si uno escribe la palabra "sexo" en Google, por ejemplo, le aparecen un sin fin de links hacia sitios que más temprano que tarde le terminan pidiendo al intrépido buscador su código de acceso o su número de tarjeta de crédito. ¿Y el sexo? Bueno, justamente eso, llega a cuenta gotas.
Pornotube viene a revolucionar el panorama de la industria del porno con tres elementos básicos pero destructivos para los actuales parámetros comerciales: gratuidad, rápido acceso y producción.
La gratuidad habla por sí sola. Entrar a Pornotube no cuesta nada. En cuanto a la velocidad y el acceso: todos los videos se exhiben on line, con lo cual no es necesario bajarlos al disco de la computadora. Esto también lo vuelve una actividad profiláctica para el propio equipo.
Y en lo que se refiere a producción, pues, éste es el punto más alto del sitio: miles de miles de personas envían cada día sus videos "porno" en los que se los ve manteniendo sexo con sus respectivas parejas, con sus amigos, vecinos o con el Ejército de Infantería de los Estados Unidos, da igual.
El caso es que abundan las más variadas prácticas sexuales. Lo que capta la cámara, sacando a los profesionales infiltrados, es una prueba más de la creatividad o la chatura humana a la hora de establecer los parámetros de su placer.
Las imágenes que linkean a los videos on line se vuelven una amalgama de brazos, piernas y miembros sexuales en la pantalla. Un revoltijo, una caja de Pandora (portadora de no pocas decepciones) que incita a continuar hacia lo más profundo: play.
Es un misterio saber por qué el sexo incita tanto la imaginación y el deseo en las personas. Pornotube viene a recordarnos que somos una mezcla sofisticada de animales salvajes y espíritus medianamente ilustrados y errantes. No le son ajenos a los hombres y mujeres que se muestran en Pornotube el sexo en grupo, las fellatios que terminan en el ojo de la joven novia, la pasión de dos abuelas lesbianas o de dos mozalbetes que aprovechan un ratito de soledad para hacer lo suyo entre verdaderos machos. En el auto. En el sillón. Arriba y abajo la cama. De parados. En la habitación mientras todos comen, duermen o mantienen ellos mismo relaciones sexuales en el living.
Pornotube, como otros sitios de sexo amateur para adultos, no hace más que correr el telón y abrir las puertas de la intimidad de par en par. El que quiera y pueda, pase y búsquese en este singular espejo.
CLAUDIO ANDRADE
candrade@rionegro.com.ar
