Argentina se despidió anoche en Obras Sanitarias y en el vuelo de hoy partirá la gran ilusión Mundial. El quinteto nacional va a Japón con el cartel de campeón olímpico y por eso carga una pesada mochila que lo obliga a meterse en la pelea por el podio.

La partido ante Nueva Zelanda, con victoria por 85-72, puede marcar un adiós definitivo de la generación dorada, porque varios de sus integrantes jugarán sus últimos minutos en la competencia ecuménica. Por eso y por la expectativa que genera este equipo, hubo lleno total en el gimnasio de Capital Federa.

Luego de un arranque flojo, el dueño de casa puso todo en su lugar y con 5 puntos seguidos de Chapu Nocioni pasó al frente 14-13. A partir de ahí, dominó a voluntad y no tuvo mayores problemas durante la primera mitad.

El cuarto inicial finalizó 29-18 y la diferencia se estiró a 53-40, antes del descanso largo. El goleo de Luis Scola (23 en el PT), más la paciencia en ataque fueron las claves para que los de Sergio Hernández controlen las acciones. 16/23 en dobles y 9/10 el libres fueron los interesantes números del local en los primeros parciales.

Cuando la historia pintaba para paseo, los de negro mostraron su habitual garra y metieron un 10-0 que asustó a todos. El último descanso marcó una distancia de 66-57, pero un par de retos del "Oveja" en el último descanso, despertó a Argentina, que cerró sin problemas.

Hoy, el plantel partirá rumbo a España y después de varios amistosos, llegará la hora de la verdad. El equipo es candidato en Japón y además, quiere revancha de la final perdida en Indianápolis, ante Serbia y Montenegro.

Anoche, en un clima de fiesta y con cierta desconcentración, demostró que está vivo y que las chances de subir al podio permanecen intactas. La cuenta regresiva está en marcha.