Los adolescentes de 16 años o menos deberán desaparecer de las calles de Washington después de las 22 horas, salvo que vayan acompañados por uno de sus padres o un guardián, como parte de un plan para frenar la ola de crímenes y robos que ha expuesto la división racial en esa ciudad. La medida, que entrará en efecto por 30 días, fue aprobada por el concejo municipal del distrito de Columbia a raíz del aumento de la tasa de asesinatos en julio a 21 víctimas, casi tres veces el promedio mensual habitual. Se permitirán excepciones para menores que estén realizando alguna diligencia para sus padres, yendo al trabajo o regresando a su hogar tras un evento comunitario, precisó la policía de la capital estadounidense. Antes del nuevo toque de queda, los adolescentes debían dejar las calles un minuto después de la medianoche durante los meses de julio y agosto, cuando las escuelas permanecen cerradas. (DPA)