CIPOLLETTI (AC).- Hace unos días fueron los afiliados los que se quejaron. Ahora, los empleados.
El cambio de local del Ipross en Cipolletti volvió a ser motivo de reclamo en la jornada de ayer. Como la gente criticaba que estaba "hacinada" porque el sector de atención al público era muy reducido, el fin de semana "llegó gente desde Viedma y realizó cambios".
Estas modificaciones permitieron ampliar el espacio para los afiliados, pero conllevaron a una disminución del sitio de trabajo del personal. "Nos pusieron los escritorios contra la pared", cuestionaron. Ante ello, ayer los empleados realizaron una retención de servicios y sólo atendió al público el delegado Pablo Oscar.