El dictador chileno Augusto Pinochet fue interrogado en su país por el homicidio del ex general Carlos Prats, y declaró como testigo pese a que, por el crimen perpetrado en 1974 en Buenos Aires, afronta cargos ante la Justicia argentina.
La juez federal porteña María Servini de Cubría requirió a Chile la extradición a la Argentina de Pinochet por entender que comandó la asociación ilícita que planificó y ejecutó el atentado que mató en esta capital a Prats y a su esposa, Sofía Cuthbert.
El juez de Santiago Alejandro Solís escuchó ayer la versión de Pinochet sobre el crimen, cuando lo interrogó en calidad de testigo en una audiencia que duró poco más de media hora y que constituiría una de las diligencias previas al archivo del caso.
La Justicia Federal de Argentina condenó a Enrique Lautaro Arancibia Clavel por el doble crimen de Prats, al considerar probado que como miembro de la DINA -policía secreta del régimen de Pinochet- integró la asociación ilícita que comandó el dictador y fue cómplice del homicidio, doblemente agravado. (DyN)