Para evitar las peligrosas "picadas" el municipio de Viedma colocó en las arterias más transitadas atenuadores de velocidad. Son incómodos y si la circulación del vehículo es rápido lo son más aún, pero es la única forma con la que el municipio logró frenar el exceso de velocidad en las vías de mayor tránsito, sobre todo durante los fines de semana. Varios de estos atenuadores desaparecen de la noche a la mañana, pero no acobardan el objetivo de seguridad del municipio que los vuelve a colocar.