BUENOS AIRES (DyN).- La Fiscalía General de Morón solicitó ayer la inmediata detención del sacerdote Julio Grassi, quien será sometido a juicio por supuesto abuso y corrupción de menores a los que debía proteger, luego de que el cura sumara otra denuncia en su contra que radicó un joven que perteneció a su fundación.

Según indicaron fuentes judiciales, el planteo fue formulado ayer por la fiscal general adjunta Sandra Míngolo ante la jueza de instrucción Mónica López Osornio, mientras que el Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de los Derechos del Niño (Cassadin) hizo un reclamo similar en la mesa de entrada de los tribunales.

El pedido de detención de Grassi fue motorizado por la nueva denuncia que se sumó en los últimos días contra Grassi, radicada por uno de los jóvenes que vivió en la Fundación Felices Los Niños y que relató los abusos sexuales que habría sufrido por parte del sacerdote.

Los argumentos de la Fiscalía a la hora de exigir la detención no buscaron sostenerse en esa nueva denuncia, ante la posibilidad de que sea impugnada por la defensa de Grassi, sino que se hizo hincapié en el beneficio de la morigeración de la prisión preventiva que benefició a Grassi y que el imputado habría incumplido.

Al respecto, las fuentes señalaron que se le atribuyó a Grassi no haber cumplido con la imposición de "no mantener contacto con las víctimas" así como "referirse o señalarlas", y por ello la Fiscalía reclamó que se haga caer ese beneficio y se imponga la prisión.

"Resulta a esta altura imperioso dejar sin efecto el beneficio concedido a Julio Grassi el 21 de noviembre de 2002 y disponer su inmediata conversión en prisión preventiva, como medida indispensable para asegurar el desarrollo del procedimiento", se advirtió en el planteo hecho ante la jueza López Osornio.

Incluso, las fuentes señalaron que en el pedido se destacó que, a esta altura, no puede ignorarse "la magnitud de la pena en expectativa" ni tampoco "la pluralidad de víctimas y procesos judiciales a los que se halla sometido, siempre por delitos en perjuicio de adolescentes bajo su guarda".

Cassadin también pidió la detención de Grassi y denunció que sus allegados habrían ventilado datos sobre los menores involucrados. Más allá de los pedidos de detención, fuentes del caso consultadas se mostraron caute

losas a la hora de vaticinar qué resolución tomaría la jueza López Osornio, la misma que decidió en 2002 otorgarle esta libertad morigerada luego de procesarlo por los supuestos abusos de "Gabriel" y "Ezequiel".

Precisamente, esas denuncias deben ser tratadas en juicio oral por el Tribunal en lo Criminal 4 de Morón, proceso que quedó sin fecha por supuestos problemas de agenda.

Tal como reveló DyN el jueves pasado, un joven de 23 años que vivió en la Fundación Felices Los Niños se presentó en la Justicia de Morón para asegurar él había sido víctima de abusos y corrupción de menores por parte del cura, y que -además, había recibido amenazas intimidatorias.

"Luciano" había sido señalado como otra víctima de esa corrupción de menores pero el protagonista desmintió en la justicia de esa provincia, en 2003, haber sido abusado por el cura durante un viaje a la ciudad de El Calafate, tal como lo había dicho uno de sus compañeros.

No obstante, hace dos semanas "Luciano" se presentó en la Fiscalía de Morón para asegurar que "el tiempo lo ayudó a animarse" y por eso ahora sí quería contar que en Calafate "no le pasó nada", pero "en la provincia de Buenos Aires sí".

Fue entonces cuando relató ante el fiscal Matías Rapazzo una serie de presuntos acercamientos sexuales de Grassi, que ahora deberán ser investigados.