JERUSALEN.- El Gobierno del primer ministro israelí, Ehud Olmert, aprobó anoche una ampliación de la operación militar terrestre en el sur de Líbano, anunció una fuente oficial gubernamental.
"El Gabinete dio luz verde para extender la operación terrestre en Líbano", indicó el responsable, que requirió anonimato. Según la página web del diario Haaretz, que cita una fuente gubernamental, el objetivo del Ejército sería concluir, antes del jueves, la destrucción de las posiciones de la milicia del partido chiíta libanés Hizbollah a lo largo de la frontera.
El primer ministro israelí había afirmado más temprano que no habría alto el fuego en Líbano "en los próximos días" mientras no sea apartada la amenaza contra el Estado hebreo. "No habrá alto el fuego en los próximos días. Nosotros seguimos combatiendo", dijo.
Israel suspendió la noche del domingo al lunes durante 48 horas sus ataques aéreos tras la muerte de cerca de 60 civiles en Qana, localidad del sur del Líbano. Del total de muertos en este lugar, alrededor de 35 eran niños. Este hecho causó una fuerte reacción mundial de rechazo y reclamos para que se produzca una tregua en el conflicto.
Diarios europeos aseguraban anoche que la tregua había sido dejada de lado por Israel por presión del ejército hebreo, que se negó a detener los ataques.
La aviación israelí bombardeó posiciones de combatientes de Hizbollah. Estos ataques, según el ejército, servían de apoyo al avance de sus soldados en Líbano sur, donde tenían lugar violentos combates.
La suspensión temporal de los bombardeos contempla varias excepciones: la aviación podrá atacar los comandos de Hizbollah, así como los vehículos que transporten armas desde Siria. Igualmente, apoyará a la infantería en el sur de Líbano.
En virtud de ello la aviación israelí lanzó ayer por la tarde ataques contra posiciones del Hizbollah en el sector de Taybeh, en el sur de Líbano, en "apoyo a las fuerzas terrestres", anunció un portavoz militar añadiendo que los aparatos "disparaban únicamente sobre zonas deshabitadas".
En tierra, varias unidades israelíes y milicianos de Hizbollah combatían a fuego por el control de una colina aledaña a la frontera. Además, un soldado libanés perdió la vida y otros tres resultaron heridos en un bombardeo naval israelí al norte del sureño puerto de Tiro.
Asimismo, la aviación israelí lanzó un doble ataque contra un puesto fronterizo entre Líbano y Siria, hiriendo a cinco personas, incluidas cuatro funcionarios de las aduanas libanesas y un civil, informaron fuentes de seguridad.
Pese a este giro en la escalada bélica, no se vislumbraba el fin de la ofensiva contra Hizbollah, desatada después de la captura de dos soldados del ejército israelí por el movimiento integrista.
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, afirmó ayer que no habrá un alto el fuego en Líbano "en los próximos días". "No habrá un alto el fuego en los próximos días. La lucha continúa", declaró Olmert durante una reunión con responsables locales en Tel Aviv.
Israel podría decretar un alto el fuego en Líbano tan pronto se produzca el despliegue de una fuerza multinacional en su frontera con ese país, dijo Olmert durante una entrevista telefónica con su homólogo británico, Tony Blair, informó oficina del jefe de Gobierno israelí en un comunicado.
Horas antes, el ministro de Defensa israelí, Amir Peretz, dejó claro ante el Parlamento que estaba "prohibido aceptar la entrada en vigor de un alto el fuego inmediato" porque esto "traería
de vuelta a los extremistas a la región" y anunció que "se extenderán las operaciones contra Hizbollah".
Hasta ahora Washington y Londres apoyaban al Estado hebreo en su rechazo de un alto el fuego inmediato porque en su opinión no haría más que garantizar la reanudación de la violencia en un futuro.
Si se cumplen los pronósticos de la secretaria de Estado Condoleezza Rice y se produce un alto el fuego, la ofensiva israelí concluirá en breve, lo cual está por ver, ya que el sábado Olmert anunció a la secretaria de Estado norteamericana, según un alto funcionario, que necesitaba todavía "entre 10 y 14 días" para lograr sus objetivos.
Unas metas que comprenden el desarme de Hizbollah y su alejamiento de la frontera para poner fin a la lluvia de 2.000 cohetes que se abatió sobre el norte de Israel desde el 12 de julio y que mató a 18 civiles. (AP/DPA/AFP)