CIPOLLETTI (AC).- ¿Más embalses o defensas costeras? Esta última es la opción que seguirá impulsando el gobierno de Miguel Saiz. La intención de la provincia es salir a gestionar fondos próximamente ante Nación para realizar una obra faraónica: la "sistematización del río Negro superior". Así se llama la propuesta.

Se trata de la construcción de un enorme terraplén en la orilla norte del río, de 5 metros de alto y 15 de ancho, que correría desde Cipolletti a Chichinales. Serían 130 kilómetros, los mismos que hoy padecen trastornos por el aumento de los caudales.

La obra incluye el montaje de nueve mini centrales hidroeléctricas. Es por eso se dice que la intención es doble: restarle riesgo al Valle por las fluctuaciones de los caudales y generar energía.

La iniciativa se manejó en reserva durante largo tiempo y trascendió recién en abril de este año. Por entonces aún los técnicos estaban trabajando en este proyecto de consultoría que fue contratado por la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), a pedido del gobierno provincial.

Ahora el proyecto de factibilidad "está listo", se supo ayer. Saiz lo dará a conocer en los próximos días y encarará las gestiones ante el gobierno de Néstor Kirchner para conseguir los fondos. Fondos que aún no se quieren precisar.

Será una puja con los neuquinos, que consideran necesaria la construcción de nuevos embalses para regular el río. Es que si Nación colaborara con el proyecto de Neuquén no tendría tanto sentido el enorme terraplén porque el río ya tendría más contención aguas arriba.

Pero Río Negro insistirá. Es la "solución" que visualiza ante para afrontar los inconvenientes que padecen las poblaciones y zonas productivas ribereñas.

¿Los rionegrinos lo aceptarán? Es la otra incógnita. Se estima que unas 400 hectáreas productivas serían afectadas si se realizara esta obra.

"Tenemos que tener consenso general", reconoció un funcionario rionegrino que no quiere que ocurra lo mismo que con el ensanchamiento de la ruta 22, que aún sigue siendo motivo de polémica.

Destacó que si bien habrá tierras afectadas, muchísimas podrán ser recuperadas.

Reconoció que el encauzamiento del río es la propuesta que hoy se impone -del lado rionegrino- para proteger la zona ribereña. Dijo que si se hiciera la obra, el Negro podría correr con más del doble del caudal que hoy tiene sin que nadie se vea afectado. La estimación es que la obra resistiría unos 5.200 metros cúbicos por segundo (hoy el Negro está en 2.300)

Aún el proyecto está resguardado, a la espera de que Saiz lo anuncie como la supuesta gran salida ante los trastornos que más de una vez deben vivir decenas de rionegrinos.

Además de este paredón se haría un canal que también tendría unos 130 kilómetros de largo. Este curso se abastecería desde el mismo río mediante obras de toma de agua y con el aporte de los desagües que colectan el drenaje de las chacras.

El caudal del canal alimentaría una serie de centrales hidráulicas que podrían generar en conjunto más de 700 gigavatios por hora en doce meses.