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Domingo 30 de Julio de 2006
 
Edicion impresa pag. 45 > Cultura y Espectaculos
LA PEÑA: Madre de ciudades, madre de cantores

Los calificativos sobran para la provincia más antigua del país, que bien podría, además de llamarse madre de ciudades, llamarse madre de cantores, provincia tan vinculada al folclore que con el sólo hecho de visitarla uno siente la sensación inconfundible de que parece que el folclore brotara de sus venas.

De qué otra provincia podría estar hablando sino de Santiago del Estero, la más antigua de las provincias argentinas, madre de ciudades, madre de grandes folcloristas y de un clima propio de un estado divertido, amable, cordial, muy distante del que uno podría imaginar si lo asociara con la pobreza que impera en buena parte de su territorio.

Tan divertidos son los santiagueños que para este nuevo aniversario, el número 453, organizaron un mes entero de fiestas, donde por supuesto la parte religiosa y el folclore se llevaron la mejor parte.

Santiago respira música, respira chacarera, Santiago es esa madre que pare todo el tiempo folcloristas que recorrerán el país con su música, con sus costumbres, y así instaló en el género folclórico a la familia Carabajal con todas sus variantes, a la Chacarerata Santiagueña, a Los Manseros Santiagueños, al dúo Coplanacu, que tiene una de sus patas santiagueñas, a Mario Alvarez Quiroga, a Horacio Banegas.

Podría escribir páginas con folclore, páginas donde el aroma propio de Santiago se mostrara a sus anchas. Es que Santiago muestra esa especie de contraste entre su geografía en buena parte árida, su clima a veces agobiante, su economía de pocos recursos, con lo que es su gente. Hombres y mujeres capaces de hacer de la música y la buena atención un gesto diario, porque no se preparan para atender bien a la gente, son así, serviciales, atentos, predispuestos a compartir no sólo su música sino también sus costumbres y sus comidas. Sólo el aroma a sus inconfundibles empanadas nos puede llevar imaginariamente a ese Santiago del Estero que no esconde nada en materia de cultura, se muestra tal cual es.

Y Santiago es el resumen de una cultura centenaria que se instaló en la piel de su gente, gente que tiene como lema el sacrificio, el trabajo, la dignidad, para expresarse o convertirse en música, más que música en chacareras, porque justamente ese parece ser su idioma universal.

Salud por esta provincia que jamás se detuvo por su pobreza y sus frustraciones, por esa provincia que sin pararse nunca nos ofrece algo de su cultura, la misma que supo crear con siglos de historia.

Santiago es si se quiere, el centro folclórico por excelencia, es el centro cultural de un pasado milenario que se encierra en esa parte del país y es sobre todo, sinónimo de música, de gente que sonríe a pesar de todo.

Ni hablar del otro arte, el de las comidas, que sólo se puede descubrir estando en su tierra y respirando su clima. Seguro que si alguna vez la visita podrá disfrutar del aroma de un asado único, de empanadas hechas por manos mágicas, donde los condimentos son nada más ni nada menos que producto de cientos de años.

Feliz cumpleaños para la provincia más antigua de este país, que sonríe aunque los números fríos de cualquier estadística indiquen lo contrario, es que Santiago sonríe y canta, le canta al país todo el tiempo.

 

JORGE VERGARA

jvergara@rionegro.com.ar

 
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Diario Río Negro.
Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.
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