Jueves 27 de Julio de 2006 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Sociedad
El temporal agravó el drama y ya son más de 200 los evacuados
Sólo en Neuquén y Plottier fueron reubicadas casi cien personas. El Limay empezó a correr con 50 metros cúbicos más que el martes. El granizo y el temporal sumaron trastornos en todas las ciudades.

Por la lluvia en los Valles o el nuevo aumento del caudal del Limay desde la madrugada, decenas de personas en la región fueran evacuadas en la jornada de ayer. En total, ya son más de 200 las personas que debieron abandonar sus casas. Afortunadamente los embalses no acumularon más agua de la que ya tenían porque en la cordillera, nevó. El aguacero lo vivieron los valletanos y lo padecieron más aún los ribereños, que ya se ven afectados por las crecidas. "Esta situación de lluvias no tuvo su correlato en la alta cuenca. Allí las precipitaciones fueron fundamentalmente sólidas", informó Julio Porrino, de la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas.

Justo ayer el Limay comenzó a correr con los 1.650 metros cúbicos programados (50 metros cúbicos más que el martes) y el Neuquén estuvo cercano a los 640-650 previstos. El Negro llegó a los 2.300 metros cúbicos.

Estos valores -que se mantendrán hoy- generaron más complicaciones para las familias ribereñas. Hubo nuevos evacuados en algunos lugares y en otros se reforzaron los sistemas de defensa para evitar más complicaciones de las que ya hay.

Aún no se sabe si en algún momento el Limay deberá llevar los 1.900 metros cúbicos por segundo que se mencionaron como "una hipótesis" el fin de semana. Todo depende de las lluvias y de la temperatura. Es que por más que sigan las nevadas, si el frío disminuye habrá más agua que escurrirá hacia los embalses y eso obligará a realizar nuevas erogaciones. "Se hace todo lo posible dentro de los lineamientos técnicos razonables para evitar estos 1.900", dijo Porrino ayer.

De todas formas, el drama se vivió ayer en toda la región. En Neuquén fueron más de 60 los evacuados. También hubo aluviones de barro, techos caídos y terraplenes que cedieron.

En Roca, agua de vereda a vereda, cloacas desbordadas y peatones con tobillos mojados fueron algunas de las postales en las principales calles del centro. Y en la zona ribereña, el panorama fue más complicado aún. A las dos evacuaciones realizadas el martes, ayer se sumó la asistencia a las familias ribereñas que siguen en sus casas. En total, son 12 las familias reubicadas.

En Allen evacuaron a dos nuevas familias de la zona ribereña. Hasta ahora son 6 las familias evacuadas, previendo que el sector quede sin acceso y que el río avance más. En Cervantes, la situación es tan crítica que personal de bomberos recorría ayer la zona en canoas y lanchas, entre frutales y alambrados.

En el norte neuquino, problemas en una línea dejaron sin luz por casi 8cho horas a miles de pobladores. En Choele Choel fueron reubicadas tres familias, dos de ellas amenazadas por la presencia del río en la puerta de sus casas.

En Luis Beltrán, otras cinco familias de la zona del balneario municipal fueron evacuadas por la crecida. En Valle Azul, si bien no hubo evacuados, la preocupación por la posibilidad de que la localidad quede incomunicada si el agua sigue subiendo de nivel en el río Negro, aceleró los trabajos para cerrar un terraplén que cedió por la fuerza del caudal.

Tampoco hubo evacuados en Viedma, aunque en la mayoría de las casas de la costanera se han colocado bolsas con arena ante el alerta por la sudestada.

En Cipolletti, cerca de las 7,30 las calles se plagaron de pequeñas piedras blancas a las que les siguió un aguacero importante. Además, una familia debió ser evacuada porque se le rebalsó la cloaca en su domicilio. En total son casi 50 los reubicados.

 

Además, granizo

Por ahora al menos el pronóstico indica que en la cordillera seguirá nevando. En los Valles, ayer además de lluvia cayó granizo.

Según los registros de la estación meteorológica de la AIC, instalada en la zona de chacras de Allen, a las 8,03 de ayer se registraron 60.5 mm/hora de lluvia. Fue la máxima intensidad durante el día. El granizo, que en otra época del año ocasiona estragos en la producción, no fue ayer sinónimo de preocupación para los chacareros. Por estos días a los productores los inquieta no saber por cuánto tiempo más tendrán chacras anegadas y con napa freática alta debido a los altos caudales. Ya el mes que vienen necesitan que esta situación mejore para evitar daños más importantes en los frutales. (AC-AR)

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