ROCA (AR).- La directora de Medio Ambiente de Roca, Laura Juárez, quiere poner coto a la práctica de motocross sobre el área protegida de Paso Córdoba. La prueba más concreta que tiene para avalar su postura está en el cierre obligado que deberán realizar para el tránsito sobre el Valle de la Luna Amarillo, producto de la severa erosión que presenta el terreno a partir del constante tránsito de vehículos.

El incremento en los controles sobre las 14.000 hectáreas ubicadas al sur del río Negro -epicentro de múltiples actividades recreativas y turísticas- forma parte de las primeras decisiones que toma el municipio roquense luego de recibir de parte de la provincia el control absoluto sobre el área protegida.

Hasta ahora la comuna sólo tenía injerencia sobre la mitad del área, sin la posibilidad de multar a los responsables de las infracciones detectadas en inmediaciones al Club Náutico, es decir al este de la ruta 6.

Con la promulgación de la ley que estableció el traspaso del lote 10 del departamento El Cuy al municipio roquense, Juárez avanzó ayer en la revisión del Plan de Manejo del área protegida. Los cambios se implementarán a partir del trabajo en conjunto con la Escuela Superior de Salud Ambiental de la Universidad del Comahue, cuya coordinadora es Cecilia Navarro.

"Los planes de manejo siempre tienen que estar en revisión. Lo que está haciendo ahora la universidad es un relevamiento sobre biodiversidad (flora y fauna), pero ya nos confirmaron que el Valle de la Luna Amarillo está muy erosionado y debe ser cerrado hacia fin de año", adelantó la funcionaria.

La decisión oficial implica prohibir el ingreso de motos y bicicletas al lugar, para que el terreno se recupere con el paso del tiempo.

No obstante, la postura personal de Juárez -ya informada al intendente Carlos Soria- es prohibir definitivamente la práctica de motocross sobre el área protegida, considerando que es incompatible con el objetivo fundamental de preservación que se pretende para la zona.

Mientras tanto, la municipalidad prevé ampliar su cuerpo de inspectores ambientales, que por el momento está conformado por

ocho voluntarios.

Será luego de una capacitación que realizarán tres docentes neuquinos en agosto para un grupo de personas que se ofreció para hacer guardias en forma ad honórem. La propuesta fue elevada por Rumbo Extremo, una asociación civil de pruebas combinadas y aventuras, cuyos miembros tendrán poder de policía para labrar actas a quienes encuentren infringiendo las normas vigentes en el área protegida. La capacitación consistirá en una charla en la que se transmitirán conceptos sobre la ecorregión del monte, se enseñará a diferenciar los tipos de suelo y se abordarán aspectos vinculados a la flora y fauna típicos del sector.

Por otra parte, Medio Ambiente trabaja para distribuir a fin de año en las escuelas de Roca la primera edición de un libro sobre el área protegida de Paso Córdoba.