El ex ministro de Economía Lavagna calificó de "aislacionista" al Gobierno de Kirchner, lo acusó de "exceso de concentración de poder", se manifestó contra los superpoderes y denunció una "mayor injerencia del poder público en la economía" desde las elecciones del año pasado.

No obstante, sostuvo que su proyecto político "no es una oposición al gobierno en términos de blanco y negro" y dijo que en él "hay sitio para radicales, peronistas e independientes", aunque aclaró que "no es una alianza" sino "un proyecto de convergencia".

Lavagna dejó en claro sus aspiraciones presidenciables al señalar que "hay una demanda importante de los sectores sociales" hacia su figura y en tal sentido recordó que "candidatos hay varios, pero ninguno parece haber despertado el mismo interés" que él. Definió su proyecto "de centro y progresista" e insistió que "no es una oposición al gobierno en términos de blanco y negro, sino un proyecto constructivo para aprovechar todo lo bueno que se ha hecho hasta ahora en política social y económica, logros -reiteró- que en buena parte intervinimos mi equipo y yo entre el 2002 y el 2005".

"No quiero hacer una oposición destructiva, sino una propuesta de superación", sintetizó, y señaló que "la sociedad argentina es moderna y compleja, no puede funcionar con un exceso de concentración de poder, necesita alternativas".

Lavagna dijo que "hace falta una presidencia fuerte, sí, pero eso no se debe confundir con un pensamiento único, donde cualquier opinión distinta supone un acto de oposición negativa". Al respecto, consideró que "Kirchner confunde fortaleza en el ejercicio del poder con aislacionismo, y eso no es bueno. Un alto funcionario kirchnerista -comentó- me dijo una vez: 'Acá se es esclavo o enemigo. Yo elegí ser esclavo'. Esta opción, sin duda, no es para mí", aclaró. (DyN)