SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Tras el ataque armado ocurrido durante la madrugada del lunes contra el frente de la alcaidía, y la respuesta de los guardiacárceles ante la nueva agresión cometida ayer por la mañana, los vecinos de la cárcel volvieron a exteriorizar su descontento por la presencia del penal en una zona muy poblada.

El traslado de la alcaidía tuvo varios anuncios, el último comentado como un hecho por el ex gobernador Pablo Verani, pero los reclamos de vecinos y jueces sólo tuvieron por resultado algunas mejoras edilicias, y de manera más reciente la creación de talleres y cursos impulsados por iniciativas no gubernamentales.

Después del ataque perpetrado a la una del lunes, con disparos que atravesaron puertas y vidrios y bien pudo costarle la vida a algún efectivo de la alcaidía, ayer por la mañana se sumó el de dos desconocidos que volvieron a agredir un puesto de guardia, aunque en esta ocasión con piedras y a la garita ubicada en la parte posterior del penal, que da sobre la calle Frey.

La agresión contra el agente que custodiaba el puesto 2, el más expuesto a la vía pública, se produjo a las 7.35 de ayer. Con piedras de contundente peso y tamaño, dos desconocidos destrozaron los vidrios dobles de dos de las amplias ventanas de la garita, y escaparon antes que el custodio efectuara disparos intimidatorios con su escopeta.

El efecto secundario del segundo ataque en dos días, y de la lógica respuesta policial, fue la reacción de los vecinos, que entre indignados y temerosos reclamaron por los medios radiales, el cumplimiento de las promesas sobre la relocalización de la alcaidía.

Vale recordar que ya en 1995, cuando la alcaidía tenía menos de la mitad de sus actuales habitantes, un informe del comisario Jorge Uribe, actual jefe de la Regional Tercera, señalaba que "la situación puede hacer eclosión con consecuencias lamentables".

Si ese informe pasó inadvertido para el ex gobernador Horacio Masaccessi, en mayo de 2001 el juez César Lanfranchi notificó en forma personal al ex gobernador Pablo Verani sobre las violaciones que se estaban cometiendo en la alcaidía: a la Constitución Nacional, a los pactos internacionales, a la Constitución Provincial, y a las leyes que advierten a los funcionarios sobre las penalidades que le corresponde a quienes consientan o no denuncien los tratos crueles, degradantes e inhumanos.