El delantero boliviano Joaquín Botero se transformó ayer en el séptimo refuerzo de San Lorenzo. El atacante nacido en La Paz, el 10 de diciembre de 1977, arregló su llegada a préstamo por una temporada.
Botero, atacante veloz y contragolpeador, jugó las últimas tres temporadas en los Pumas de la UNAM, de México, donde disputó 81 partidos y anotó 21 goles.
Botero tuvo una interesante irrupción en el fútbol sudamericano en 2002, con la camiseta del Bolívar, cuando la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol lo condecoró como el máximo goleador entre todas las ligas del mundo de ese año.
El boliviano se suma a la lista de refuerzos que ya integraban los defensores Sebastián Méndez, Pablo Quatrocchi y Cristian Tula; los mediocampistas Claudio Husaín y Santiago Hirsig y el delantero peruano Roberto Jiménez.
Precisamente, este último cumplió ayer su primer entrenamiento en la Ciudad Deportiva con un trabajo diferenciado. El resto del plantel, excepto Hernán Peirone -esguince de tobillo- trabajó físicamente con vistas a los dos amistosos de hoy contra Tigre.