El preseleccionado argentino sigue quemando etapas en su preparación con miras a los compromisos previos al Mundial, que se jugará entre el 19 de agosto y el 3 de setiembre en Japón.

El viernes jugará ante Venezuela, en Mar del Plata; el lunes y martes el Súper 4, en Santa Fe, y el miércoles con Nueva Zelanda, en Obras Sanitarias.

Luego viajará a España para intervenir el 5 y 6 en el torneo "Ciudad de Madrid", y entre el 11 y 13 tomará parte en la "Copa Merlión", en Singapur.

Los 15 convocados por el entrenador Sergio Hernández no le escapan a las exigencias de los entrenamientos, que se realizan en doble turno.

La mayoría viene de un largo descanso, por caso Emanuel Ginóbili, Fabricio Oberto, Andrés Nocioni, Carlos Delfino, Rubén Wolkowyski, Daniel Farabello y Gabriel Fernández, pero hay otros como Luis Scola, Juan Sánchez, Walter Herrmann y Pablo Prigioni, quienes finalizaron de jugar hace menos de un mes.

Y está el caso de Leonardo Gutiérrez, quien formó parte del plantel en el Sudamericano, al igual que Hernán Jasen, Juan Gutiérrez y Paolo Quinteros.

En esta primera semana, el cuerpo técnico enfocó su trabajo más en el acondicionamiento físico que en lo estrictamente técnico-táctico, ya que los jugadores deben llegar en el mejor estado posible a los primeros amistosos.

En el entrenamiento matutino el plantel realiza 50 minutos de pesas y una hora de movimientos físicos y tácticos. Mientras, por la tarde la tarea se extiende por espacio de dos horas y allí, Hernández pone énfasis en lo técnico.

El flamante preparador físico Manuel Alvarez es el que más trabaja por estas horas, ya que tiene la misión de darle la mejor puesta a punto a la "generación dorada".

En medio de la preparación, los muchachos hablaron y todos los grabadores apuntaron a Manu Ginóbili. "Se que se va a tomar mi apellido más como referencia y voy a ser más mirado que los demás, pero eso nos viene muy bien. La gente sabe que este equipo no depende de mi en absoluto", afirmó.

Agregó que "casi salimos campeones del mundo y yo casi no jugué la final. Las virtudes del equipo no son contar conmigo, con 'Pepe' o el 'Colo' o 'Fabri'. Es un equipo homogéneo que juega muy bien, que se mata, que se pasa la pelota, que no hay egoísmos, y esa es la clave". (Télam y AN).