QUITO (AP)- Un leve incremento en la actividad del volcán Tungurahua se presentó en las últimas horas, informó ayer el Instituto Geofísico. El registro, durante los dos últimos días, de "20 y 30 explosiones son más que las del miércoles y jueves. También son un poco más energéticas'', aseguró desde la zona del volcán la técnica del organismo, Patricia Mothes.

Añadió que la actividad "no está decreciendo''. Mothes explicó a la AP que sin bien la fuerza de los eventos continúa siendo moderada por la poca emisión de gases "probablemente se están acumulando poco a poco pero todavía necesita más tiempo para recargarse''.

Desde la estación Guadalupe, ubicada en los alrededores del volcán Tungurahua, se pudo captar la presencia de un "pequeño flujo piroclástico''.

El material incandescente que fue expulsado a las 02:43 de ayer bajó 500 metros desde el cráter. Sin embargo, éste no fue representativo aclaró Mothes. Una semana después de que el coloso de 5.023 metros de altura inició una nueva fase eruptiva, cientos de familias de las zonas devastadas de Bilbao y Cusúa esperan que las autoridades definan el lugar donde serán reubicadas.

"Queremos comprar unas haciendas que aún están en estudio'', indicó a la AP el director nacional de la Defensa Civil, José Grijalva, sin precisar el lugar ni el nombre de las mismas.

Según reportes del organismo entre 11.000 y 14.000 personas han sido afectadas por la erupción, mientras 2.550 permanecen evacuadas. El número estimado en 3.700 disminuyó por el retorno de personas a sus propiedades.

"Hay quienes regresaron a sus casas pero vienen en las noches, otras sólo vuelven para retirar la ayuda de los albergues'', explicó Grijalva.

En tanto, habitantes y turistas de la ciudad de Baños, ubicada a 8 kilómetros al oeste del volcán, y que alberga a unas 20.000 personas, participaron el viernes en un simulacro de evacuación. El 95% de la población de ese sector vive del turismo, actividad que se ha visto afectada por el fenómeno natural pese a que no ha sufrido las consecuencias de la erupción gracias a la ubicación del cráter hacia el lado occidental.